En China un mandarín, de noche utilizaba peluquín … (y II)

Como ya vimos hace unos días, las normas y costumbres en China conviene conocerlas si se tiene intención de ir a visitar el país o, sobre todo,  hacer negocios. En la primera parte, publicada el 26 de septiembre, vimos los saludos y presentaciones; la educación en la mesa y algunas otras cuestiones menores.

En esta segunda parte, veremos un par de cosas básicas a tener en cuenta en el mundo de los negocios. ¡Al menos, que no nos pille por sorpresa!

¡El negocio es sagrado!

Lo primero es tener claro, que los chinos se mueven a distinta velocidad y juegan con el lenguaje, como un arma más para conseguir sus objetivos. Las expresiones y respuestas ambiguas son siempre preferibles al no rotundo: hay que darle una vuelta a la sutileza con “es posible”, “los estudiaremos”, “tal vez” o similar. Es estrategia, sin más.

La puntualidad es absoluta. Hacer perder el tiempo a quien te espera, o faltar a la cita concertada es perder el negocio. Cuando llegues al lugar previsto para la reunión de negocios espere a que te indiquen donde debes sentarse. Lo mismo vimos cuando hablamos de acudir a una comida. Si puedes, es conveniente saberse algunas expresiones tales como buenos días, gracias o adiós al despedirse (Zai jian = adiós, y se pronuncia Zae tien). Lo aprecian: son conscientes de la dificultad de su idioma.
Para presentarse se utiliza la palabra Señor (Xian Shen, que se pronuncia Shien yon) o Señora (Xiao jie, pronunciado Shiao chie) seguido del apellido.

Además, si tras el apellido añaden Zhu ren (que se escucha como Shurén), es que estamos ante alguna persona de rango alto. En este caso, el director. Y si nos hablan de Lao (mayo) y luego un apellido, estamos ante alguna persona de edad.

¡Un follón! Los nombres y apellidos chinos suelen dar muchos quebraderos de cabeza pues se forman con el apellido, el nombre generacional y el nombre propio en ese orden. Para tratar con ellos, lo más adecuado es utilizar Mr. o Mrs. seguido del apellido. ¡No deben utilizarse los nombres propios! En Hong Kong, Shangai y otras grandes urbes de negocios, los chinos han occidentalizado sus nombres y utilizan iniciales y nombres en inglés.

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En China se utilizan mucho las tarjetas de visita: hay que prepararlas con esmero. Deben estar impresas por ambos lados: chino e inglés. Cuidado con los colores de la impresión pues pueden tener significado poco apropiado. El color perfecto es el dorado: simboliza la buena suerte, la prosperidad y el prestigio. En el texto hay que hacer constar el nombre y el cargo de la persona. Por pura lógica. Necesitarán saber con quien tratan y si es un “intermediario” o persona con “mando en plaza”. Cuando las entregues, hazlo con las dos manos y con la cara escrita en chino por delante. Cuando te den a ti la suya mírala con interés, no la guardes inmediatamente: es una falta de educación y un desprecio. Tienen que sentir que te importa y te interesa la persona que tienes delante. Mantenla a la vista todo el rato y no escribas nada en ellas!

ming-pian(https://danii.wordpress.com/page/10/)

Regalar: un arte

Si las tarjetas se entregan con las dos manos, los regalos también y si son de cierto valor hay que dejar claro que no son cosa de uno, sino de nuestra empresa y para todos. Es delito hacer regalos costosos a personas individuales.

Aunque nos choque, no se abren en público. ¡Ya lo harán cuando no tengan a nadie mirando! Aunque, por cortesía hacia los visitantes extranjeros, algunos puede ser que los abran delante de quien se lo ha entregado.

La tradición china manda rechazar hasta tres veces el regalo que se ofrece. ¡No quieren que pensemos que son gente ambiciosa!, por tanto, cuando lo acepten, les agradeceremos mucho, muchísimo que lo hayan aceptado. ¿Qué se les puede llevar? Coñac, brandy francés, whisky o cualquier tipo de licor típico de nuestro país, pero no vino; objetos de escritorio de mucha calidad (plumas estilográficas, bolígrafos); puros, mecheros buenos, alguna pieza pequeña de decoración -escultura o pintura-.

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También hay que tener en cuenta, cuando pensemos en los regalos, en la importancia que tienen los números en la cultura china:
-el 8 es uno de los números de la suerte: regalar los objetos de 8 en 8 es desear buena suerte;
el 6, es el número de la concordia: ayuda a solucionar problemas o contratiempos y a suavizar situaciones tensas;
-el 4, todo lo contrario: es el símbolo de la muerte. Nada de regalos de cuatro cosas iguales, como un juego de cuatro copas, por ejemplo;
-y ¡tampoco están bien vistos los números 73 (funeral) y 84 (desgracia)!

¿Y qué no debemos regalar? Ni monedas, ni dinero. Si es una persona mayor,  no se regalan relojes: ¡tiene mala interpretación! Ni fruta, que es como de pobres; ni nada de color verde, que es el color del adulterio.

Información elaborada con ayuda de las siguientes páginas web:

http://www.wordworks.es/hacer-negocios-en-china-2.html
http://www.chinofacil.com/2.php
http://www.chinagestion.com/costumbres/la-cultura-del-regalo