A bromas con el protocolo
Es muy habitual que se tenga poco claro lo que es protocolo. Es muy frecuente oir cosas como “saltarse el protocolo” cuando, por ejemplo, los Reyes se acercan a saludar a las gentes que esperan a verles, o “el protocolo es caro” para referirse a los gastos de representación. Pero mucho más frecuente aun es burlarse de los que trabajamos en protocolo: somos los cursis que nos ponemos pesados con la ropa, con la comida, la mesa o los cubiertos. ¡Y está tan extendido que hasta para hacer chistes fáciles servimos! Aquí una muestra sacada de Twitter: protocolo por urbanidad o educación social.