To be a First Lady is not only a position to enter (y V)

To be a First Lady is not only a position to enter (y V)

Mujeres en el cargo: desde 1901 a 2016

Con el nuevo siglo también las mujeres de los presidentes asumen poco a poco otras labores que no son las meramente caseras. La más habitual en la primera mitad del siglo, la de gestionar la familia presidencial como “bien” vendible.

En ello fue experta Edith Roosevelt (1909-1913)  que se casó con el futuro presidente siendo éste viudo y con cuatro hijos. Su control de la propia imagen, de la de la familia presidencial y de cuanta noticia pudieran general es el precedente de la forma de manejar los asuntos familiares en las administraciones actuales. De ella son  las formalidades introducidas en la Casa Blanca como centro de la vida social oficial del país: están diseñadas para reforzar el respecto por la presidencia. Del control de las apariciones de su marido sabía mucho Edith Wilson (1915-1921)  que manejó con habilidad la enfermedad del presidente -sufrió un ictus que le paralizó temporalmente- en los momentos complejos del Tratado de Versailles y del establecimiento de la Liga de las Naciones, limitando las visitas y controlando el trabajo. ¡A pesar de las críticas! Aun así, la labor social -entonces, caridad- sigue siendo la primera ocupación de las Primeras Damas. Ellen Wilson (1913-1914) presionó para mejorar la calidad de vida de la empobrecida comunidad afro americana de la ciudad. La labor Elisabeth Truman (1945-1953) no salió del ámbito de las habituales de caridad y no dio nunca una rueda de prensa.

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Las Familia de Theodor Roosevelt, el matrimonio Wilson y Ellen Wilson

Sin embargo, fue,  sin duda Eleanor Roosevelt (1933-1945) la primera en encarnar el nuevo papel de una First Lady y la que más tiempo estuvo en el cargo. Se implicó a fondo en la política de su marido y fue el gran apoyo que sostuvo al presidente que, debido a la polio que sufría, necesitaba ayuda constantemente. Estuvo a su lado durante toda la campaña para gobernador de Nueva York y en las presidenciales de 1932. Tenía una columna de opinión -“My Day”- diaria en un periódico, visitó a las familias de los soldados desplazados a Europa por la II Guerra Mundial, y los frentes de guerra y cuando murió el presidente, aun continuó con su carrera Delegada Espacial ante las Naciones Unidas.

Todo lo contrario que el vendaval Mamie Eisenhower (1953-1961) y su “mundo rosa”. Como mujer de militar siempre de destino en destino, estaba muy acostumbrada a organizar actividades, a inventar todo tipo de recogidas desde alimentos a firmas, y en general a liderar grupos de mujeres: animó a muchas mujeres a entrar en política. Y a ir a votar. Ella, de hecho sirvió de reclamo luciendo las conocidas chapas en la solapa con la leyenda “Mamie for First Lady”. Fue la primera en añadir valor a la figura de un presidente. Ya en la Casa Blanca, en unos años de recuperación económica tras la guerra, llevó la vida social de la Casa Blanca a sus más altas cotas: fiestas, recepciones, bailes… ¡la flor y nata de la política internacional pasó por sus salones! Ella siempre reconoció, ya retirado el matrimonio a su casa de Gettysburg, que disfrutó mucho de su estancia en el primer hogar norteamericano.

En 1961 llegó Jackie. La administración Kennedy es, a pesar de su cortedad, la más recordada por todo el mundo. Jackie Kennedy (1961-1963) puso su juventud, su elegancia y su formación intelectual al servicio de la imagen del Presidente. Siguiendo la estela de Edith Roosevelt. Decoró  y supervisó la remodelación de la Casa Blanca para adecuarla a su política de imagen. A sus recepciones y fiestas se invitó a poetas, músicos, escritores y gentes de mundo dándole a la Casa Blanca un glamour desconocido hasta entonces.  Aceptó el uso de su imagen y la de su familia para beneficiar la de su marido. Pero tras el asesinato de éste, no pudo echar atrás y aunque trató de vivir fuera de la atención de los focos, no pudo evitarlos ya nunca más.

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Eleanor Roosevelt, Mamie Eisenhower y Jackie Kennedy

Los años 60 trajeron en todo el mundo occidental la incorporación masiva de las mujeres al trabajo: el control de natalidad se impone permitiendo a las mujeres organizar sus vidas, estudios, familias y ocios. A la Casa Blanca llegan mujeres mucho más combativas, más implicadas en la presidencia y en las agendas de sus maridos. Cada una a su estilo, irá marcando el camino a seguir.

“Lady Bird” Johnson, Claudia de nombre,  (1963-1969)  creó el Fist Ladys Committee for a more beautiful Capital cuyo fin era adecentar los suburbios empobrecidos de Washington y mejorar la calidad de vida de aquellos que los habitaban. El programa se extendió después por todo el país apoyado en una ley,  Highway Beautification Act, conocida como “Lady Birds Bill”.  Thelma “Pat” Nixon (1968-1974)  dedicó su tiempo al voluntariado y fue la primera que avaló el Equal Rights Amendement (Enmienda de Igualdad de Derechos*). Tuvo que dejar la Casa Blanca a causa del escándalo Watergate y nunca se reconoció su labor cuasi diplomática en China y Rusia, el apoyo brindado a los damnificados por el terremoto en Perú y sus viajes de apoyo a las tropas en Vietnam. Betty Ford (1974-1977) rompió muchas de las reglas no escritas para las Primeras Damas. No llevaba ni un mes en el cargo cuando ya dio su primera rueda de prensa en la que expresó su opinión sobre el papel de la mujer en política, el aborto y otros asuntos polémicos de aquellos años. Se le detectó un cáncer de pecho al poco tiempo y decidió hacerlo  público y permitir que se informara de su evolución con el fin de aminorar el rechazo y el miedo que provocaba la enfermedad.
Rosalynn Carter (1977-1981)  representó al Presidente Carter en un viaje a América Latina donde trato de asuntos de política exterior, participó en reuniones del Gabinete, asesoró a su marido, dio 22 ruedas de prensa en el primer año y poco de llegar a la Casa Blanca, fue la anfitriona de  82 recepciones oficiales en ese tiempo e incluso fue presidenta de honor de la Comisión Presidencial de Salud Mental. Con Nancy Reagan (1981-1989) llegó el brillo de Hollywood a la Presidencia. Aunque no por ello su labor fuera sólo social: su influencia sobre el presidente Reagan en el acercamiento entre EEUU y Rusia así lo demuestra. 55 cenas de estado. En otro estilo, totalmente opuesto,  Barbara Bush (1989-1993) fue la abuela de todos.  Con los beneficios de sus libros, que cuentan la experiencia en la Casa Blanca vista desde la perspectiva de su perro, se financia la Fundación Bárbara Busch.

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Las primeras damas Lady Bird Johnson, Pat Nixon, Nancy Reagan, Barbara Bush, Rosalynn Carter, y Betty Ford en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan en noviembre de 1991.

De nuevo un cambio de siglo impone nuevos modelos de mujer y la Casa Blanca no es ajena a ello. La nueva generación, la de esas mujeres que en los 60 eligieron otro modelo de vida,  se ha hecho mayor y ocupa puestos de peso en la administración, el gobierno, la empresa, la universidad, las ciencias..  El ejemplo más claro es Hillary Clinton (1993-2001) la gran aliada de su marido. Se implica en la creación de un Sistema Nacional de Salud, que a pesar del  rechazo por el Congreso, sigue siendo uno de los asuntos más candentes de la política estadounidense. En el año 2000, durante el segundo mandato del Presidente Clinton, decidió presentarse a senadora por Nueva York. Y lo consiguió. Ya fuera de la Casa Blanca sería Secretaria de Estado de Obama entre 2009 y 2013.

Laura Bush (2001-2009) menos política y belicosa que su antecesora, dedicó su “mandato” a promover la educación y la lectura;  apoyó el programa No Children Left behind para niños con problemas de inclusión y creo la iniciativa Ready to read de ayuda y apoyo a profesores y niños.Se implicó en programas de salud para las mujeres y visitó Afganistán. Denunció la opresión de sus mujeres y niños y la violación de las mujeres en Myanmar.

Michelle Obama (2009-2016) es la última de las Primeras Damas de nuestra serie. Imposible reducir a tres líneas la agenda de una mujer tan activa e implicada en la labor privilegiada que su puesto le permite. De todos es conocido su programa de fitness en las escuelas, el huerto orgánico que ha sembrado en la Casa Blanca, o los programas de alimentación sana Lets Move contra la obesidad infantil. Pero no es todo. Es fundadora con la Dra. Biden -mujer del vicepresidente- del programa Joining Forces de apoyo a las familias de militares, escribe libros sobre salud y alimentación y ha creado un premio para niños a la receta más saludable. El premio, que es anual, se entrega a los ganadores en el transcurso de una cena: la  Kids State Dinner.

Hoy ya no hace falta un cambio de siglo para ver grandes novedades en  la Casa Blanca. La candidata Hillary Clinton puede dar un vuelco a esta historia de Primeras Damas. Ni asesorar, ni apoyar, ni labor social. ¡Gobernar!
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Esta serie ha llegado a su final. Esperamos que os haya parecido interesante. La Casa Blanca es un foco de actividad protocolaria y siempre está en nuestra mirilla. Pero las casas, por muy blancas que sean, son hogares. Y las mujeres que allí viven, ante todo son mujeres.  Aunque su trabajo como anfitrionas esté en el centro de nuestras miradas, creemos que se merecían, al menos un par de líneas de recuerdo.

Muchas gracias por vuestra paciencia.

 

 

*”La igualdad de derechos ante la ley no puede ser negada ni restringida por los Estados Unidos o por ningún Estado por motivos de sexo”.

 

Fotos: familia Roosevelt; Edith Wilson; Eleanor Roosevelt; Mamie Eisenhower; Jackie Kennedy; Lady Bird Johnson; Primeras Damas; chapa Mamie; chapa Bill Clinton; y Pinterest