A las mujeres…¡ni flores!
Es muy frecuente que se obsequie con un ramo de flores a las mujeres que van a hacer un papel relevante en un acto. Se supone que por cortesía. En mi experiencia, más que un bonito detalle, lo que es, es un incordio. Lo tienes que llevar en la mano desde ese momento, por puro agradecimiento y buena educación, y eso es muy incómodo. Es por ello, que en las ocasiones que sea posible, se opte por pasárselo a un ayudante de protocolo. Pero, entonces yo me pregunto, ¿para qué se entrega? ¿Por costumbre? Pues si algunas costumbres hay que revisarlas y ponerlas al día y ésta es una de ellas.
Si protestamos por el hecho de que muchas mujeres suelten su bolso en manos de auxiliares o ayudantes y nos parece feo, ¿esto no es lo mismo?
Esta es la reflexión que me hago mirando la foto que acompaña este comentario. Si, ya de por si, el escenario es abigarrado y transmite una imagen muy poco limpia, la gota que colma el vaso es, precisamente, ¡el ramo de flores que le han entregado a la Sra. Rousseff!