Actos de pie: una tortura

Actos de pie: una tortura

Comentaba Juan de Dios Orozco en su entrada “Sobriedad y protocolo” del día 8 de noviembre (http://www.protocol.es/ ), lo mucho que se debe afinar para que esa foto -generalmente, sólo una- que queda como testimonio de un acto, sea la más representativa del mismo y no transmita una mala imagen. Ilustra el comentario con la presidencia de la celebración del Día de la Constitución en la Comunidad de Madrid. Un acto de pie.

Nosotros también hemos hablado muchas veces de esa única foto. ¡Te la juegas! Y al hilo de esta reflexión estábamos, dándole vueltas a lo mucho que hay que cuidarse de detalles que uno puede olvidar sin querer, cuando en el telediario vimos una noticia que nos viene al pelo para ilustrar con ella otra de esas fotos que suelen quedar mal: las de los actos de pie.

Cierto es, que el planteamiento es bueno: el escenario queda muy despejado, se ve muy bien a todas las personas que participan en el evento que sea, los movimientos protocolarios son más limpios y es más barato de montar, entre otras ventajas.

Pero cuenta con un gran inconveniente: las propias personas. Estarse quieto de pie más allá de un par de minutos es una tortura. Pasados esos primeros compases del acto unos empiezan a mover los brazos, otros a pasar el peso de su cuerpo alternativamente del pie izquierdo al derecho, las mujeres se arreglan el pelo o se recolocan el vestido, el que se aburre trata de charlar con el que tiene al lado, no paran de moverse… ¡las posturas son tan variadas, tan imprevisibles, que raro es que alguna foto salga bien!

en fila de pie

presidencia de pie

CAM

 

Lo mejor es verlo: este es el enlace a la noticia (entrega de la Gran Cruz del Mérito Civil al ministro de Exteriores de Alemania, Sr. Westerwelle en el Palacio de la Moncola, ayer día 9 de noviembre).

http://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario/mariano-rajoy-impone-gran-cruz-del-merito-civil-ministro-exteriores-alemania/2208768/