Algunos pequeños detalles litúrgicos en la Sagrada Familia
El lunes 27 de abril se ha celebrado en la iglesia de la Sagrada Familia de Barcelona el funeral oficial -que no, «de estado», como han repetido equivocadamente los medios de comunicación- por las víctimas del avión de Germanwings que se estrelló en los Alpes.
Hemos tuiteado el error de concepto durante todo el lunes a los diferentes canales de televisión y otros que repetían y repetían sin cesar lo del «funeral de estado». Sin éxito. No hay artículo, crónica, transmisión o audio en el que no se diga. Aunque les remitimos a la entrada correspondiente, ¡ni caso! «Sordos al llamamiento de la Gracia».
Se ha escrito mucho y de todo sobre el funeral. Pero nosotros, con ese punto protocolero que no nos podemos quitar, en lo que nos hemos fijado es en un par de detalles que queremos compartir con vosotros. ¡Hoy vamos de «protocolo eclesiástico»: a seguir el Ceremonial de los Obispos para ver si se cumple o se lo saltan!
Recibimiento
Cuando el jefe del estado acude a la liturgia por su «puesto de trabajo» -es decir, no como particular y en acto privado- le «recibe el Obispo, ya revestido, en la puerta de la iglesia. Si es católico, y se juzga conveniente, le ofrece agua bendita, lo saluda según se acostumbra, avanza a su izquierda y lo conduce al lugar destinado, fuera del presbiterio».(Ceremonial de los Obispos, artículo 82)
Detalle: el Cardenal Sistach recibió sin mitra ni báculo, no les ofreció nada, ni tampoco avanzó a su izquierda.
La paz
«Si el que preside la Nación, viene por oficio a la sagrada celebración, el que preside o alguno de los concelebrantes se acerca a él y le da el saludo de paz, según la costumbre de los lugares».(Ceremonial de los Obispos, artículo 102)
Detalle: cumplió con el ceremonial
Palio
El palio arzobispal suele acompañarse de tres alfileres dorados que recuerdan los clavos de Cristo en la Cruz. Su uso es opcional.
Detalle: El cardenal de Barcelona no los usó.
Los siete candelabros
En las celebraciones solemnes, se colocan seis velas en el altar .Si la celebración la preside el obispo del lugar, se coloca una más. ¿Por qué siete? Porque el siete es un número importante en la liturgia católica: los siete sacramentos, los siete pecados mortales, las siete virtudes…
Detalle: estaban las siete velas
Conclusión: ¡el protocolo es muy flexible y se adapta a todas las necesidades!