Chín-Chín: ¡brindemos!
Chín-Chín: ¡brindemos!
No, no es un anuncio de gafas: es el sonido de las copas de cristal cuando las chocamos al brindar. Y eso, que dice «el protocolo» que no se debe hacer. La buena educación marca que se brinda levantando la copa. Sin más.
Teorías en contra de esta costumbre hay algunas -por ejemplo, la de que el ruidito ayuda a que también el sentido del oído participe del festín de una buena bebida- pero además de estas teoría, más o menos creativas, lo que sí tenemos que saber sobre brindis y discursos es, que aunque se hace con frecuencia -sobre todo en las cenas de gala oficiales porque si no se hace así, no sale el acto en los medios de comunicación- en los brindis no se dan discursos por sistema. Y que, si se hace, deben ser muy breves y antes del brindis.
La forma correcta de hacer un brindis es la siguiente:
PASO 1: el anfitrión saluda al homenajeado o al invitado de honor (y si no lo hay, a sus invitados)
PASO 2: da una brevísimas palabras alusivas al motivo de la reunión
PASO 3: brinda por los deseos de salud, felicidad y prosperidad (o por aquello que le parezca oportuno)
PASO 4: el anfitrión levanta después su copa y bebe
PASO 5: palabras de agradecimiento del homenajeado o invitado de honor
PASO 6: hace un brindis por los presentes
PASO 7: y levanta su copa y bebe
Atención: el homenajeado/invitado de honor no debe beber cuando se brinda por él. Esperará a dar las gracias a todos para beber después junto a los presentes, que lo harán de nuevo.
Los discursos: dan solemnidad al acto. Lo lógico es que las intervenciones sean en el momento del brindis, que suele ser al final de las comidas porque se brinda con bebidas alcohólicas. (Excepto en Escandinavia, África y Extremo Oriente y en las comidas o cenas de estado, en las que, que como ya hemos comentado, se hace al principio para que los medios de comunicación puedan contar con las imágenes inmediatamente y no tengan que esperar a que haya acabado el banquete.
Deben ser breves -no más de 6 minutos-; el orden de los mismos debe ir «de menos a más», es decir, que la primera intervención la hace la persona con menos cargo de cuantas vayan a intervenir y que como máximo podrían ser cinco, aunque lo ideal, para no aburrir a los invitados, es tres. Se debe aludir al motivo de la reunión y se cierran con un brindis.