Colgar un cuadro

Aunque en sí, esta no sea labor de un protocolero -¡que todo se andará!- sí hay un acto, que tiene que ver con el hecho, en el que nos vemos involucrados: el de la entrega de los retratos de ex-algos a la institución en la que ejercieron. Ex ministros, ex presidentes del Gobierno, del Congreso, del Senado… En todas las dependencias hay una galería de retratos. Son una manera de recordar su servicio y, además de un bonito detalle, aumentan el valor patrimonial de las instituciones que guardan grandes obras de arte en sus colecciones.

Los encargan las diferentes instituciones y tras la entrega, se busca un sitio en pasillos o salas y se cuelgan. El acto lo organizan los titulares de dichas instituciones y los retratados suelen ser quienes descubran el cuadro. No son complejos, pero, dado lo simbólico que es, y de lo entrañable y personal que debe ser, requiere, por lo menos, por lo menos, una pensada. Y por supuesto, una correcta organización:

-lista de invitados previa, que incluya compromisos del Ministro que entrega el cuadro;
-invitación: el tarjetón clásico en forma de PDF para remitir electrónicamente es ya la opción preferida;

invitación

-una puesta en escena en la que cuadro y ministros -en el cargo y ex- sean los protagonistas, dejando espacio para el pintor, y marcando los espacios para invitados especiales y autoridades presentes. Todo ello teniendo en cuenta las características de la sala o lugar donde se vaya a llevar a cabo el acto. Lo normal es que no sea el ideal, pero será el que haya que adaptar a las necesidades;

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-un Desarrollo que debe remitirse a todas las partes implicadas

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-un croquis para que cada uno sepa qué lugar es el suyo en la sala;

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-y todo ello, sin olvidarse de los del gabinete de prensa que necesitan su espacio para los medios de comunicación.

Hace un par de días asistimos a este mismo acto, pero con el Ministro Caamaño como protagonista: esta vez actuaba de “entregador” y no de receptor…

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…y francamente, lo mejor de este tipo de actos es precisamente lo que no se ve: “entrañable y personal”.

 

(Fotos: propias y Jesús Manchado)