Compañeros de viaje

Cuando producimos algunos eventos complejos tenemos que tener en cuenta muchos frentes. Uno de ellos es el transporte. En un congreso, por ejemplo, hay que tenerlo previsto desde los hoteles en los que se alojan los congresistas y los palacios de congresos, que en muchas ciudades especializadas en este tipo de eventos, están en las afueras y en recintos feriales especialmente preparados para esta actividad.
Para mover grandes grupos de personas lo ideal es contar con autobuses. Ya no son exclusivos de las excursiones escolares. Hoy en día son un instrumento muy útil para controlar las llegadas a determinados sitios -¡la realeza llega a las bodas en grandes autobuses!- o para moverse por ciudades turísticas en las que los cascos antiguos están cerrados al tráfico.

Además sirve, como lo hacen también los cócteles, para socializar con otros asistentes, participantes, homólogos o colegas de profesión.

¡Hace curiosos compañeros de viaje!

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