El protocolo, actor de cine

El protocolo, actor de cine

Ya sabéis que nosotros mantenemos que el protocolo está en todas partes y por ello “a la vista”. Sólo hay que saber mirar y en contarlo es en lo que nos esforzamos todas las semanas. Cierto es que protocolo es norma y que su aplicación está restringida a los ámbitos institucionales, pero también es una disciplina en la que entran muchos otros aspectos que son esos que vemos con mayor facilidad: la educación social, las normas de comportamiento, la indumentaria, las costumbres y tradiciones, las ceremonias…. No hay actividad en la que no podamos observar bien atisbos, bien evidencias protocolares contundentes. Uno de estos territorios en los que mirar protocolo es el cine. El protocolo puede ser protagonista, actor de reparto o escenario en una película.

Lo tenemos tan claro que nos apuntamos a contarlo en la radio de Europea Media -Universidad Europea del campus de Villaviciosa de Odón- en el programa semanal en el que participamos. El Kiosko del Protocolo, que dirige Rosa María Mateo y en el que María Gómez Requejo, Marta Escudero López-Cepedo, Csylla Felföldy y María de la Serna charlan con ella sobre muchos y muy variados aspectos de esta disciplina, el martes lo dedicaron a  una nueva  estrella cinematográfica: don Protocolo. Por supuesto, el enlace al podcast del programa lo tenéis al final del post, pero antes, ¿nos vamos al cine?

Pelis con mucho ceremonial y protocolo

Como hemos comentado hay pelis con don Protocolo como protagonista, actor de reparto o escenario -contenedor- de la acción. Evidentemente, no sale en los títulos de crédito y si no se es muy fan, puede, incluso que no se le vea entre el ir y venir del resto del elenco. Todo es cuestión de aprender a mirar. Y para ello, tres pelis con mucho ceremonial: Las sandalias del pescador , La Intérprete y The Queen

En  “Las Sandalias del Pescador” (1968) -dirigida por Michael Anderson e interpretada por Anthony Quinn, Lawrence Olivier, Oskar Werner, David Janssen y Vitorio de Sica entre otros- don Protocolo es religioso. María Gómez Requejo, que es quien la presentó,  explicó que:

“es una buena muestra de protocolo en el Vaticano. Saludos, tratamientos, indumentaria, ritos, ceremonias, todo está en ella y se recoge en detalle, de hecho es la única película en la que podemos ver el ritual de celebración de un cónclave”.

Se pueden seguir, con todo lujo de detalles, tanto la ceremonia que rodea al propio fallecimiento del Papa, como el cónclave y la coronación del elegido en el mismo. Son muchos los momentos estelares en los que ver a don Protocolo en acción. Cuando fallece un Papa se deben cumplir los ritos que confirman su muerte. “Son varios”, nos explica María, “pero entre los más vistosos estarían el cerrado y sellado las puertas de sus aposentos; la destrucción del anillo papal, ola velación del cadáver en la Capilla Sixtina. Tan conocidos como lo son la entrada de los cardenales en la Capilla Sixtina y la fórmula Extra omnes antes de encerrarse en ella, o el procedimiento votación: “el cardenal coge la papeleta, escribe el nombre del elegido, y se dirige al altar donde la deposita en la patena y luego en el cáliz mientras proclama que su elección es “por el bien de la iglesia”, nos repite María, pues no por ser muy conocido, deja de ser interesante. ¡Cómo el ritual de la quema de las papeletas! Las famosas fumata negra (para la que usan paja húmeda) y blanca ( para la que se usa paja seca).

En “La Intérprete” (2005) -dirigida por Sidney Pollack e interpretada por Nicole Kidman y Sean Penn- don Protocolo es internacional. Csilla Felföldy que fue quien la eligió para comentarla, lo hizo por :

“(ser) la primera película que se rodó en el interior de la Asamblea General de la ONU y en los edificios del Consejo de Seguridad. Se ve el protocolo que se sigue cuando un jefe de Estado pronuncia su discurso ante la ONU”.

Aunque la trama sea un thriller -una intérprete escucha, de forma casual, cómo amenazan de muerte a un presidente africano que está a punto de pronunciar un discurso en la Asamblea General– recrea perfectamente el protocolo que se aplica cuando se recibe a un Jefe de Estado. Entra en escena el jefe de protocolo acompañando al mandatario hasta el asiento especial designado para él, toma asiento, espera mientras es presentado y le acompaña a la tribuna desde la que se dirigirá a la Asamblea. La secuencia se repite al revés cuando acaba su discurso y abandona la sala. Antes de salir, se suspende la sesión para que el presidente pueda despedirle.

Durante toda la secuencia, don Protocolo es protagonista. Aunque el espectador menos avezado ni se fije y sólo esté pendiente del momento de la trama que se está desarrollando.

“The Queen” (2005), dirigida por Stephen Frears y con Hellen Mirren como Isabel II, cuenta los acontecimientos políticos tras la muerte de la princesa Diana y  las conversaciones entre la Reina y el Primer Ministro Tony Blair para llegar a un acuerdo sobre la petición popular de que se celebrara un duelo nacional. Todos recordamos aquel “Annus horribilis”.

Si hablamos de duelo nacional, hablamos de ceremonias. Don Protocolo es protagonista absoluto del funeral. Y nos plantea una de esas dudas que tantas veces comentamos en el blog: ¿funeral de estado, funeral oficial, funeral privado? Ni lo uno ni lo otro: funeral “a la carta“. “Es decir”, explica Csilla Felföldy, “contiene elementos de un funeral de Estado pero no lo es”. Lady Di, aunque conservara el título por ser la madre de un futuro rey, ya no estaba casada con el Príncipe de Gales. Por ello, no había lugar para que lo presidiera la más alta autoridad, ni para un armón de artillería que transportara el ataúd,  una custodia por la Guardia de Honor, una bandera nacional que recubriera el féretro o para que las banderas del país ondearan a media asta.

Sin embargo, don Protocolo se impuso y con su naturalidad habilidad encontró la solución, ¡que para eso es flexible!: un funeral a la carta: se trasladó el féretro por las calles de Londres sobre un armón de artillería, cubierto por el estandarte de la Casa Windsor, lo custodió una Guardia de Honor y las banderas se arriaron a media asta.

Pelis donde la educación social supera al protocolo

Todas las películas escogidas para el programa tienen una trama -de todo tipo, por cierto- y como hemos dicho, no son sobre protocolo. En estas dos siguientes, don Protocolo es social. De fina educación, buenas maneras y siempre bien vestido: My Fair Lady y Vatel.

“My Fair Lady (1964)” es la adaptación al cine de la obra “Pigmalión” de Bernard Shaw. Dirigida por George Cukor y con Audrey Hepburn y Rex Harrison en sus papeles protagonistas, cuenta la historia de la joven Eliza Doolittle -vendedora de flores en Covent Garden- a la que un profesor de fonética (Higgins) y un lingüista (Pickering) pretenden convertir en una gran dama y presentarla en sociedad en seis meses.

Buscan un “cambio de condición a través del dominio del idioma, de una correcta pronunciación”, nos explicó María Gómez Requejo, que complementan con unos buenos modales británicos y un vestuario adecuado a la gran dama que quieren mostrar. Una educación social exquisita es básica para esconder a la muchacha encontrada en la calle.  En la película -un musical- podemos ver cómo eran las recepciones sociales en las embajadas asentadas en Londres y podemos asistir a las carreras en Ascot. Don Protocolo no es el protagonista de la trama, pero sí ese actor secundario o de reparto, sin el que el guion se queda cojo. Su papel de apoyo a la trama le hace imprescindible. ¿Qué sería de Eliza si sólo aprendieses a hablar correctamente? ¿Sin los buenos modales y la indumentaria correcta?

Pelis con el protocolo en mitad del escenario

Para este último grupo hemos dejado dos pelis que dejarían de ser lo mismo si les quitas el escenario protocolario:  Vatel y Gosford Park. 

“Vatel” (2001) -dirigida por Roland Joffé y con Gérard Depardieu en el papel protagonista y Uma Thurman- se basa en la historia real de François Vatel –Fritz Karl Watel, cocinero y maitre francés de origen suizo -maestro de ceremonias del Príncipe de Condé. El aristócrata, que está arruinado, necesita recuperar el favor del rey Luis XIV  pues quiere el mando de las tropas en una nueva guerra contra Holanda. Para conseguirlo, invita al monarca a pasar unos días en  su castillo de Chantilly, y encarga a Vatel que organice, sin escatimar en gastos, una espectacular recepción que durará tres días y tres noches para impresionarle.

Don Protocolo es el medio: desplegará sus técnicas, sus habilidades, para conquistar al rey. No sólo preparará un banquete impresionante, manejará la logística necesaria para que todo esté a tiempo y en su sitio, se las ingeniará para teatralizar todo acto y movimiento que exija la mejor puesta en escena del poder. Y lo conseguirá.

El papel que nuestro don Protocolo interpreta en “Gosford Park” (2001) se ve mucho. Dirigida por Robert Altman e interpretada entre otros por Maggie Smith, Kelly MacDonald, Emily Watson, Kristin Scott Thomas, Helen Mirren o Alan Bates, enfrenta a nuestro héroe con un crimen. Pero sin su aportación se quedaría en una película policiaca como otras tantas. Don Protocolo aporta a la trama un elemento fundamental: recrea el momento social en el que sucede. La acción se desarrolla a principios de los años 30 en la mansión campestre de Sir William McCordle y su esposa Lady Sylvia.

Eso ya nos debería poner en alerta… ¡quién no conoce series como Downton Abbey o Arriba y Abajo!… Recrear el ambiente, las costumbres, formas y normas de la aristocracia británica desplegadas en todo su esplendor en una casa de campo en la que se van a reunir un selecto grupos de invitados para una partida de caza es la tarea de don Protocolo.

Los fines de semana en estas fincas siguen un guion en el que la vida social es muy importante. Son rutinas y costumbres que todos conocen y que siguen una norma que nadie osa infringir. Nada como una buena puesta en escena protocolaria para que no haya que explicar más: la caza sigue un ritual;  las cenas se sirven en perfectas mesas de gala y con un servicio esmerado. Los comensales se visten adecuadamente para sentarse a la mesa: es un despliegue de trajes de noche y joyas. Se toma café y se fuma, separando a las damas de los caballeros que vuelven después a sociabilizar en las partidas de bridge… El día se construye alrededor de citas -desayunos, picnics, comidas- que siguen una forma y un orden conocido.

Si queremos ambientar esta sociedad británica, o sacamos a don Protocolo al escenario o ¡no hay nada que hacer!

Hay otras muchas películas en las que podemos ver a don Protocolo en acción. Pero no caben todas aquí.  Tampoco, evidentemente, esto es todo lo que se comentó en el programa de radio. Hay cientos de detalles, curiosidades y anécdotas que no hemos reproducido hoy en el post. Creemos que es mucho más interesante escuchar el programa. ¡Esta entrada puede servir de guía!

¿Vamos a por las palomitas?

Pues este es el enlace: El Kiosko de Protocolo: Protocolo a través del cine

¡Esperamos que lo disfrutéis)

(Tanto de los ritos que rodean a la muerte de un Papa como de la ceremonia de apertura de la Asamblea General de la ONU tenéis en el blog varios post

Durante el mes de marzo de 2013 subimos los relativos a la elección del Papa Francisco, que son los siguientes:

El Cónclave; Preparando la Capilla Sixtina; Cronograma; útimos detalles; indumentaria de los cardenales; la Estancia de las Lágrimas; la elección; el cónclave musical; simbología; misa de inauguración del pontificado; estrenando pontificado y final con música,

Sobre las ceremonias en la Asamblea General de la ONU:

Se abre el periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONUParticipar en la Asamblea general tiene su miga; En la ONU tienen un asiento especial.

(Fotos carteles: Filmaffinity, imagen de Gosford Park; Putin en la ONU😉

Nominada pero sin Oscars a la mejor banda sonora y dirección artística.