A nadie se le escapa que hoy es el Día de la Mujer. Nosotros estamos tuiteando el post –Mujer y protocolo– que publicamos en marzo de 2018 pues, al fin y al cabo, al protocolo nos dedicamos.

Para la sonrisa de hoy nos hemos vuelto atrás en el tiempo. A las sufragistas y a sus reivindicaciones, a su lucha por el voto como parte de la pelea por la participación de las mujeres en algo que no fuera quedarse en casa. Y lo hemos hecho con ayuda de una película de niños. La igualdad se enseña desde el principio: en casa y en todas partes, con naturalidad. La del día a día, la de lo que nos rodea, la de juegos y lecturas, la de actitudes y ejemplos.

Muchas veces no somos ni conscientes de por donde nos llega la información y para muestra un botón: Mary Poppins, película de 1964 en la que hay una secuencia que no sólo es divertida y nos provoca esa sonrisa de los viernes, sino que además -sin olvidarnos que es de 1964- nos recuerda esa pelea constante por la igualdad. La señora Banks (la actriz Glynis Johns) vuelde de una manifestación a favor del voto femenino y desfila por el vestíbulo de su casa de la calle del Cerezo con el servicio de la casa al grito de:

Por ti vota la mujer

Habrá quien se sepa la letra de memoria, ¡seguro! pero por si acaso:

Fiero soldado con faldas soy
En pos del derecho del voto voy
Que adoro al hombre no hay ni que decir
Pero todos juntos son inaguantables

Hoy las cadenas hay que romper
En dura lucha por libre ser
Y nuestra dignas sucesoras
Cantarán al ser mayores
¡Por ti vota la mujer!

De Kensington a Billingsgate un grito solo hay
Pues pide el sexo débil ser al varón igual
Por la igualdad en el vivir y en el vestir también
Tenemos todas que luchar en guerra sin cuartel

No más humillaciones, ni más sufrir
Prefiero pelear hasta morir
¡O hasta vencer!

Ay, hoy las cadenas hay que romper
En dura lucha por libre ser
Y nuestra dignas sucesoras
Cantarán al ser mayores

¡Por ti!
¡Por ti!
¡Por ti!

Pues en eso seguimos: ¡por ti!