La Casa de Borgoña

Hace mucho que no os recomendábamos un libro, y alguno tenemos en la estantería para poderlo hacer, pero ¡pasan tantas cosas en el mundo protocolero que siempre lo vamos dejando para otro día!

PERO, ayer nos llegó,  al fin,  el libro “La Casa de Borgoña. La Casa del rey de España” edición dirigida por José Eloy Hortal Muñoz y Félix Labrador Arroyo y publicado por la Universidad de Lovaina, que teníamos muchas ganas de “ver, tocar y leer” y aunque no hemos pasado del capítulo uno, no nos podemos resisitir a recomendarlo ya. ¡Es fantástico!

Todo estudioso del protocolo no puede olvidar que,  para entender la organización de las monarquías modernas se debe partir de las Cortes y Casas Reales antiguas. De todas ellas, la que más influyó en la española fue, din duda, la Casa Ducal de Borgoña. Sus formas y modos llegaron a nuestro país con Felipe el Hermoso ( hijo de María de Borgoña, duquesa de Borgoña y duquesa de Brabante, casada con Maximiliano I, emperador del Sacro Imperio Romano, y madre de Felipe el Hermoso, el famoso y guapo marido de Juana de Castilla -la loca, para entendernos-, hija de los Reyes Católicos y madre del futuro emperador Carlos V)  y se impusieron sobre los menos desarrollados o sofisticados de las Casas de Aragón y Castilla.

Nos llegó noticia de esta obra a través del blog Aristocracias (http://aristo.hypotheses.org/1411) y estábamos esperándolo como agua de mayo.

La Casa de Borgoña

Capítulos tan sugerentes como “Los oficios musicales en la Real Capilla de Madrid durante el siglo XVII” o “La influencia del modelo borgoñón en la Casa de las emperatrices hispanas (1629-73)” prometen tardes de gloria. Con la “cultura borgoñona” del primer capítulo se nos ha hecho la boca agua…

Ya recomendamos en su día otra grandísima obra sobre la Casa de Felipe II:

La Casa de Felipe II

Gajes del oficio

y la completamos con una entrada dedicada a los oficios de confianza en la Casa del Rey:

Jentiles hombres de voca una profesión de confianza

Pero, nunca hay un libro de más. Estamos seguros que la lectura -siempre a ratos- de estas dos obras son básicas para entender el origen de nuestro protocolo actual y son básicas también para todos los estudiantes -y ya no tan estudiantes- de esta disciplina. Si queremos cambiar muchas cosas en nuestro “oficio jentil” sepamos cuál es su origen. Sólo conociendo a fondo una materia se pueden hacer los cambios o modificaciones más efectivas.

¡Feliz y provechosa lectura a todos!