«De la Ceca a la Meca»

«De la Ceca a la Meca»

Posiblemente sea uno de esos dichos o refranes que más se utiliza cuando queremos enfatizar un «ir de acá para allá» a lo loco. Aunque consultadas varias fuentes sobre los orígenes de la expresión hayamos encontrado varias explicaciones sobre su significado, lo que es indudable es que, en cualquier caso, hay que remontarse a los árabes: tanto ceca como Meca tienen en ellos su origen.

Si buscamos en el Diccionario de la Real Academia*, ceca proviene del árabe hispanizado «sákka», y este del árabe clásico «sikkah» y  es el «establecimiento oficial donde se fabricaba y acuñaba moneda» y La Meca, es la más importante de todas las ciudades santas del islam y lugar de peregrinación de los musulmanes.

Y como La Meca nos pilla un poco a desmano, nos hemos ido a la ceca de Segovia para comprobar in situ si este refrán tiene sentido allí. Si, a orillas del Eresma hay una ceca. Esta Casa de la Moneda sustituyó a finales del siglo XVI a la fábrica original que Enrique IV de Castilla, mandó construir en el centro de la ciudad en 1455. Y fue pionera entre las de su época porque fue la primera mecanizada de España y la primera que perteneció directamente a la corona.

ceca ceca ceca

Las monedas hasta entonces se hacían de una en una: cada rey tenía las suyas, con su sello y su valor. La novedad de esta ceca segoviana estaba en su maquinaria: los ingenios que se llamaron en su época. El edificio, de Juan de Herrera, que se construyó en 1583 a instancias del rey Felipe II en la orilla del río estaba pensado para albergar el “Real Ingenio de Segovia” : una maquinaria moderna que producía monedas en serie. Y que el rey conocía porque, relacionaba como estaba con Europa, sabía que ya se estaba utilizando en varias ciudades. El ingenio mecánico consistía -y consiste, porque siguen girando- en unas ruedas hidráulicas.

Por eso el Eresma era fundamental. El caudal de agua se controlaba y guiaba para que moviese las ruedas según se necesitaba. La tecnología, alemana, se desarrolló en Augsburgo en 1550 y las máquinas se trajeron desde Hall, en Austria donde se fabricaron. Felipe II la compró a través de su primo el archiduque Fernando del Tirol: el 2 de octubre de 1584, salieron de allí 25 carros con las piezas que llegaron a Segovia el 13 de junio de 1585 en un convoy que puede contarse entre los primeros de tipo industrial.  


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Fueron los técnicos tiroleses los que escogieron el lugar: un molino de cereales y papel en la orilla del río que pertenecía a Antonio de San Millán y que necesitó completarse con el edificio de Juan de Herrera:  no sólo albergó el ingenio,  también todo aquello que era necesario para el proceso de acuñación de moneda, incluidos los oficios.

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Así pues, tras visitar la ceca, no tenemos nada claro si quedarnos con la clásica aceptación de  «ir de acá para allá», así, sin más, sin ton ni son,  porque el ingenio tiene mucho «ton» y bastante «son», o si preferimos esa otra explicación que puede resumirse en que ir de la ceca a la meca es  ir  «de lo material a lo inmaterial», o «de lo humano a lo divino»….

Para los muy curiosos, hay una «Cartilla Numismática: repertorio de las palabras técnicas de la ciencia de las medallas» que podéis leer en este enlace de Google. Es muy interesante. Y, desde luego, una visita al ingenio segoviano, siempre merece la pena. Casa de la Moneda de Segovia.

(Fotos y video: archivo propio)

 

*ceca
1. f. Establecimiento oficial donde se fabricaba y acuñaba moneda.
2. f. En Marruecos, moneda.
3. f. Arg. cruz ( reverso de la moneda).

de Ceca en meca, o de la Ceca a la meca
1. locs. advs. coloqs. De una parte a otra, de aquí para allí.