La educación es lo último que se pierde
Esta caída con las posaderas en el suelo en la salida del salto del potro hizo que la atleta americana perdiera el oro para el que era clara favorita. Se quedó en la plata. Ganó la atleta rumana Sandra Raluca Izbasa.
En la ceremonia de entrega de medallas, las tres ganadoras se colocaron en sus puestos tras el podio en espera de oír sus nombres para subir. Primero lo hizo la gimnasta rusa Maria Paseka que se colgó el bronce. Después, la norteamericana, que con muy mal gesto en la cara subió al podio y ni felicitó, ni besó a la medalla de bronce. Los locutores afearon el gesto de la atleta, que aun quedó peor cuando al ser llamada la ganadora, en vez de acceder al primer puesto del podio desde atrás –como está montado- lo giró, y saludo primero a la atleta estadounidense y luego a la rusa ¡de frente y desde abajo! y sólo después se subió al podio para recibir la medalla.
¿Deben o no felicitarse los ganadores de medallas entre sí? Evidentemente, estos gestos provocaron el comentario de todos: el saber estar de las gimnastas rusas y del este es mucho mejor que el de las norteamericanas. Cuidan al máximo estos detalles tanto si ganan como si pierden.
Caerse es mala suerte, es parte de la competición y del juego limpio: saludar al ganador es una cortesía obligada. Y si no sale de uno mismo, porque sea norma habitual de educación, tendrán que entrenarse también para no sólo hacer grandes marcas, sino también, grandes gestos olímpicos.
http://www.huffingtonpost.es/2012/08/06/juegos-londres-2012-mckay_n_1747673.html?utm_hp_ref=spain