La etiqueta femenina es un acto académico por partes
Lunes de resúmen y lunes de titulares retorcidos: ha quedado un poco raro, pero es lo que se desprende de las estadísticas semanales que, como es de rigor, hemos consultado esta mañana.
No hay duda alguna de que si empezamos por etiqueta y femenina, es que nuevo, ¡de nuevo!, se ha alzado con el triunfo semanal, la entrada reservada a la gala femenina. Imparable. La ventaja que tiene sobre otras, es que no tiene en cuenta la moda: eso la haría limitada a una época, un tiempo. ¡Nada cambia más que las modas en la mujer! Que aunque vuelvan y vuelvan, también cambian y cambian. Nosotros, en esta entrada damos pautas y luego cada mujer, cada tipo de mujer, las adaptará al momento. Los resultados pueden ser muy variados. Y a unas les sentará mejor la gala que a otras, pero si cumplen con la etiqueta requerida, ¡ya nos habremos dado por recompensados!
La segunda entradas más vista esta semana estaba dedicada a los actos de fin de carrera, graduaciones para los más jóvenes, y especialmente al traje académico. Si la tradición es una de las bases sobre las que se sustenta el protocolo, junto con la historia y las costumbres entre otras, nada más tradicional e histórico que el traje talar. Ha recorrido un largo camino desde que fuera sólo de uso eclesiástico hasta hoy. Se ha adaptado a los tiempos y a las circunstancias, y ahí sigue, vivo y coleando, como una joya conservada con mimo y cuidado por todas las universidades. Hasta las de más reciente creación han adoptado su uso y sus ceremonias reconociendo así el valor de sus tradiciones por lo que representan de seriedad, rigor y trayectoria.
Cierra el trío de ases, la entrada sobre las partes que tiene todo acto protocolario. Lo hemos dicho ya más de una vez: si aplicar técnicas de estudio ayuda a comprender y a entender una aignatura y facilita su aprendizaje, las técnicas de organización de actos, y ésta lo es, ayudan a organizarlo mejor. Son fruto de la experiencia y el conocimiento de muchos profesionales que han aportado con ello su ayuda a los que vienen detrás para que nuestra disciplina vaya adquiriendo formas y profesionalidad. Técnicos formados, siempre mejor que espontáneos: garantizan una calidad en su trabajo.
¡Buena semana a todos!
(Fotos: Salón de Grados de la Facultad de Medicina, Universidad Complutense de Madrid, archivo propio. Captura de pantalla, Canal Sur, actos celebración por el Día de Andalucía)