La pala y el hisopo

Corren estos días por las redes sociales y los foros de protocolo las fotos de la colocación de la primera piedra del cuartel de la Guardia Civil en Fitero (Navarra). Puso la primera piedra Jorge Fernándaz, Ministro de Interior, al que acompañaban Yolanda Barcina, presidenta del Gobierno de Navarra; Alberto Catalán, presidente del Parlamento de Navarra;  Carmen Alba, delegada del Gobierno en Navarra; Francisco Gabella Maroto, subdirector general de apoyo de la Guardia Civil y Francisco Javier Yanguas, alcalde de Fitero.

El acto en sí, que parece más sencillo de lo que luego puede llegar a ser como ya comentamos en su día:
http://protocoloalavista.com/2012/12/12/primeras-piedras-una-dificultad-tecnica/
no ha saltado a los medios porque estuviera mal organizado, sino por lo que tiene de “mensaje” la foto que lo ilustra:

Primera Piedra FiteroCuartel Fitero
Cuartel Fiteromir_cuartel_fitero_6

Hay quien se ha preguntado si es legal. Incluso, si es protocolo. Sí. Es legal y es protocolo. Ha sido costumbre durante muchos años que la autoridad religiosa local bendijese los edificios que se iban a construir. Evidentemente, el trasfondo es sencillo: éramos un país con una confesión estatal y por tanto, no había ni dudas ni problemas.
Hoy somos un estado en el que “ninguna confesión tendrá carácter estatal” y en el que se  garantiza “la libertad ideológica, religiosa y de culto de individuos y comunidades” (Título I, Art. 16, CE). Por tanto, si el anfitrión del acto desea que se bendiga, tiene perfecto derecho a hacerlo.

Aunque, claro está, que siendo los anfitriones “autoridades de ese estado en el que ninguna confesión es de carácter estatal”, se debería separar una cosa de la otra: por un lado la pala y por el otro el hisopo.

Este es el enlace a la web del ministerio donde dan cuenta de la noticia:

http://bit.ly/1kKH2qT