La producción de un acto complejo…¡los religiosos!
Cuando hablamos de producción de actos se nos va la cabeza a las grandes producciones con alarde de tecnología, grandes montajes, escenografías a todo trapo y complejas organizaciones que requieren del trabajo de muchos técnicos, especialistas y personal en general. Automáticamente recordamos galas de entrega de premios, presentaciones de coches, «mappings» espectaculares, o, incluso, juntas de accionistas, bodorrios y mítines políticos.
Pero, ¿quién piensa en lo que supone poner en marcha, organizar y producir un acto religioso? Bueno, es posible que alguno caiga en las visitas, los viajes y las misas al aire libre del Papa , sobre todo en estas fechas en las que acabamos de volver de México y Cuba. Pero no es lo habitual. Y, de todas manera, no sólo de visitas vive el Vaticano.
En uno de los pocos reductos del gran protocolo y el ceremonial que quedan, nada, naaada, sale solo: ¿es que algún amante del protocolo no ha caído nunca en lo medida, calculadas, y requetepensadas que están las ceremonias vaticanas?
Hoy es viernes y tras la intensidad de esta semana de investidura y política a todo trapo, toca un poco de disfrute profesional. A relajarse toca viendo cómo otros -otros compañeros protocoleros religiosos y ceremoniosos- preparan sus actos:
¡Feliz fin de semana a todos!