Las «águedas» una tradición muy segoviana

Las «águedas» una tradición muy segoviana

El 5 de febrero es Santa Águeda: las águedas para entendernos. Lo saben muy bien en muchas partes, pero lo saben especialmente muy bien las «águedas segovianas».  Según la tradición cristiana,  Águeda nació en Catania en el año 230 y murió martirizada en 251. En La Leyenda Dorada -recopilación de relatos hagiográficos de Santiago de la Vorágine de mediados del siglo XIII, que recoge las lecturas sobre los santos- se describe su martirio en tiempos del emperador Decio. La santa, que aun trabajando en un prostíbulo, había ofrecido su virginidad a Jesucristo, rechazó  al procónsul siciliano Quintianus, muy interesado en la joven, precisamente por su virtud. Enfadado por el rechazo mandó torturarla cortándole los pechos.

águedas
Legenda Aurea,  hacia 1290, Biblioteca Medicea Laurenziana, Florencia

Es patrona de las enfermeras, de las mujeres en general, pero también de su ciudad natal, Catania y de toda la isla de Sicilia. Además de serlo de Sorihuela de Guadalimar, Santa Cruz de La Palma, Camporrobles, Escatrón y Zamarramala.

Las  águedas en Segovia…

Y así volvemos al principio de nuestro post: Zamarramala, municipio segoviano, famoso por sus alcaldesas. La fiesta allí está declarada de interés turístico nacional. ¡Quién no ha oído hablar del Matahombres*! Y merecería un artículo aparte. En sus orígenes estuvo ligada a la conquista del Alcázar. Entre los privilegios concedidos por la acción estaba permitir a las mujeres de este pueblo, mandar una vez al año. Por ello, la celebración empieza por la cesión del bastón de mando del alcalde a la mujer que ha sido elegida alcaldesa por la cofradía de Santa Águeda. Los hombres, se supone, que ese día asumen las labores domésticas. De este pueblo se ha extendido la tradición por toda la provincia de Segovia.

… y las águedas en El Espinar

Como son muchos los pueblos en los que se celebra y a todos no llegamos, nos vamos a fijar en uno: en El Espinar. Es una de sus fiestas más populares y queridas y se celebra en los tres núcleos del municipio: El Espinar, San Rafael y la Estación del Espinar. La organización de la fiesta corre a cargo de las cofradías de Santa Agueda. Y la preside su Alcaldesa. La elección es por riguroso orden de ingreso en la cofradía: cada año una de las cofrades se convierte en Alcaldesa y las 7 siguientes en sus Damas de Honor.

El día 5 de febrero, la fiesta empieza con la entrega del bastón de mando. Este año, la alcaldesa del día llevó dos: el que le entregó la alcaldesa del municipio y el que llevaba ella. ¡Mucho mando, muchas mujeres!

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Después se celebra la procesión:  acompañan a la imagen de la santa la Alcaldesa, sus Damas de Honor, las mujeres de la cofradía y todas las personas que lo deseen. Visten el traje típico  segoviano* y les acompañan los dulzaineros. Después hay una misa. Y se baila la jota segoviana a la santa en la iglesia.

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Es costumbre después de la misa que la cofradía invite a un refresco. A destacar el dulce típico de la fiesta: los “pechitos de Santa Águeda”, una creación de la pastelería Yagüe de la localidad. Al día siguiente,  la directiva saliente ofrece un chocolate y durante la merienda da paso a la directiva entrante.

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Y no fallan nunca: haga frío o calor, las «águedas» son sagradas. ¡Se celebran siempre!

 

*Matahombres:  es un alfiler que se utiliza para sujetar parte del traje típico de zamarriega. En broma se dice que lo utilizan para no dejar que los hombres se acerquen demasiado. Hoy es además, el galardón que en las fiestas de Santa Águeda se otorga a aquellas personas que hayan realizado actividades en favor de las mujeres.
**traje segoviano: Montera, ( a la que llaman de «Doce Apóstoles»), manteo -o falda de paño roja-, camisa de corchados y mantilla. Llevan  zarcillos de tres gajos, anillos y cruz de oro con brillantes, corales, medallas y relicarios de plata y un Cristo llamado «tripero», -porque llega a esa parte de la cintura-.

(Fotos; manuscrito de la leyenda dorada; y Pedro Merino