Las entrevistas de trabajo con @ElydValle en @hoyenmadrid
El miércoles pasado tuvimos el placer de participar en el programa de las mañana Hoy en Madrid de Onda Madrid que dirige la periodista Ely del Valle. Una apuesta semanal por el protocolo que nos parece un gran acierto y que agradecemos también a la profesora María Gómez Requejo (@MaríaPSC), titular de la sección, que nos ofreció la posibilidad de charlar con la directora del programa sobre las entrevistas de trabajo.
¿Qué dice al protocolo al respecto? Bueno, ya sabemos que el protocolo no dice, pero dentro de las muchas áreas que componen esta disciplina, la educación social y la indumentaria son una parte importante. Las normas de convivencia, el respeto a los demás, la ordenación de los espacios y el desarrollo reglado de los procesos, son ámbitos en los que un protocolero debe saber manejarse…¡como cualquier persona!
Para la ocasión nos preparamos un esquema -que hoy hemos convertido en entrada al blog- que nos ayudara a explicar las cuatro cosas básicas que no está de más saber cuando nos enfrentamos a un entrevistador y que para facilitar su comprensión hemos separado en dos bloques: las físicas y las químicas.
Las físicas requieren mano; las químicas, alma.
Físicas son la indumentaria y la higiene personal
¿Cómo debemos vestirnos? Depende de la empresa: bancos, bufetes, consultorías, despachos de abogados, empresas de seguros, líneas aéreas, hostelería, … “piden a gritos” para ellos la corbata y el traje. Para ellas, el traje de chaqueta o pantalón. Es decir, un clásico. Otras empresas: por decirlo de alguna manera, menos serias, como pueden ser agencias de publicidad, de contenido digital, creativas, permiten algo más informal, pero correcto. Sin llegar a las chanclas y las bermudas o los pantalones piratas -aunque sean de Armani, como nos planteó un joven en una consulta- la oferta es amplia.
El zapato limpio, sin excesivo tacón y a tono con el conjunto. El bolso mediano: los pequeñitos son de noche y los bolsos-cestas-maletín dan impresión de ir de viaje. Por muy de moda que estén. No vamos a lucir lo último. Vamos a intentar que nos den un puesto de trabajo.
La ropa debe estar planchada: puede llevar la arruga lógica del coche, pero no el descuido de haberla estirado con la mano y punto. Para este trance, “la arruga no es bella”.
Tampoco es momento de estrenar: ni zapatos, ni ropa. Pueden hacernos sentir incómodos y si tenemos que estar pendientes de ellos, no lo estamos del entrevistador.
Con respecto a los colores: evitar los chillones (amarillo, naranja, morado o incluso algunas gamas de verde) y elegir gamas menos llamativas. También los colores transmiten y provocan sensaciones en los demás:
el azul: que es el color más apreciado, proporciona calma, estabilidad, seguridad, armonía, confianza, verdad;
el blanco: color e la inocencia, la simplicidad, la limpieza, la precisión, la bondad;
el gris: que distrae poco y es neutro, aunque aburrido
Frente al rojo, que aunque transmite energía y pasión, es también el color del deseo, del poder y del peligro por lo que resulta agresivo; o el negro, que como complemento o accesorio es ideal, pero que no deja ser aun color de luto y de autoridad, de violencia o de muerte.
¿Nos peinamos mucho o poco? ¡Nos peinamos! No se pude ir a una entrevista de trabajo con el cabello descuidado o sucio, ni con rastas o trencitas caribeñas. ¿Debo ir a la peluquería? Pues depende de la habilidad que tengamos con el secador del pelo y el cepillo. Eso es algo que cada uno de nosotros decidirá: nadie conoce mejor nuestras habilidades, que nosotros mismos.
¿Y nos maquillamos? Si lo hacemos habitualmente, si. procurando que sea sencillo, luminoso y favorecedor. No es momento de estridencias…
Los hombres deben ir perfectamente afeitados. Y si se lleva barba, se luce cuidada, recortada y limpia.
Tatuajes y piercings: evidentemente, si uno se ha tatuado el ombligo, por poner un ejemplo, no lo va a enseñar, pero si tiene un dragón del hombro a la muñeca, lo adecuado es advertirlo. Podemos estar optando a un puesto de trabajo en el que vayamos a ser imagen de la empresa -azafatas, recepcionista, por ejemplo- y debemos ser conscientes de que es más que probable que la compañía no quiera que su marca se identifique con nuestro dragón. Y aunque no vayamos a estar frente al público, cuando trabajamos para un tercero, dejamos de ser “uno” para ser parte de “otro”.
Lo mismo vale para un piercing.
Y nos lavamos, y nos podemos poner perfume: ¡pero sin pasarnos de la raya y que nos puedan seguir el rastro con la nariz! Antes se decía, “oler a limpio”.
Recordad que “No hay una segunda oportunidad para una primera impresión” (O. Wilde)
El comportamiento nosotros lo incluimos entre los aspectos físicos a tener en cuenta. Es algo adquirido: se debe aprender desde niño -¡ay, esa urbanidad y buenos modales de antaño!- y es moldeable. Y nunca debe perderse: la educación ante todo. A tener en cuenta:
No llegar tarde: da muy mala imagen, de persona descuidada. Además, es una falta de respeto a quien te cita. ¡Con lo sencillo que es plantear que la cita es un cuartito de hora antes!
Saludar: con un apretón de mano, sonriendo y mirando a los ojos. No se dan besos: esos los guardamos para los amigos y la familia. Aunque seamos mujeres y nos vaya a entrevistar otra mujer. Los hombres, abstenerse. Totalmente.
¿Me siento? Si, cuando te lo indiquen y donde te indiquen que debes hacerlo. Bien sentados, ni en el borde, ni tirados en la silla. Cómodos. La silla no es una mecedora, no se balancea uno.
Y si eres mujer, el bolso no lo dejes sobre la mesa de quien te va a entrevistar. Mejor lo cuelgas del brazo o del respaldo de la silla. No lo dejes en el suelo.
Conviene llevar preparada y ordenada la documentación que hayan podido solicitar.
¿Tutearse?: no, salvo que lo indique el entrevistador. No somos colegas, ni siquiera conocidos.
Lenguaje: ¡cuidado con los tacos! ¡Cuidado con las expresiones que usamos en casa: el trabajo no es guay, ni mola. Ni tu eres un crack, ni la empresa es la pera limonera… Y no se chilla. El tono de voz es fundamental. La voz clara, vocalizando y en tono correcto, ni muy alto, ni tan bajo que nos tengan que pedir que repitamos. Hay que escuchar atentamente y no interrumpir, ni hacer preguntas agresivas y que no tengan sentido. hay que medir las preguntas que tengamos que hacer, porque atosigar al entevistador demuestra impaciencia o nervios y puede ponerle nervioso. Las contestaciones con seguridad, tranquilidad y de forma pausada. Tomar aire antes de empezar a hablar proporciona unos segundos que ayudan a la reflexión.
¿Puedo preguntar? ¡Claro, que si! Especialmente dudas sobre el puesto, la forma prevista de colaboración con tu jefe, las prioridades, retos y objetivos del puesto. Lo que no se debe preguntar a la primera de cambio es por el sueldo y el horario.
¿Qué decimos que es químico?
La comunicación no verbal. Su control exige mucha disciplina y mucho ensayo. Nuestro cuerpo, nuestros gestos, dicen mucho más de nosotros de lo que creemos y de lo que nos gustaría. Según estudios del Profesor Mehrabian de la Universidad de California, ¡el 86% de la comunicación es no verbal!
Y ahí van a estar puestos los ojos del entrevistador. Las aptitudes profesionales del candidato ya las conoce: tiene su curriculum. Busca su actitud.
¿Qué tengo que tener en cuenta? Partiendo de la base de que no se es un experto, al menos:
-control de manos y pies/piernas: no moverlas constantemente, no gesticular en exceso
-mirar a los ojos siempre
-no morderse las uñas, jugar con el boli o tocarse la cara
-mantener la postura: no ocupar el espacio del entrevistador poniendo, por ejemplo, los codos en la mesa, o apoyando la cabeza en la mano sobre ella
-procura no cruzar brazos, piernas y dedos: indican inseguridad, temor e incomodidad
-sonreír lo justo: nada de sonrisa forzadas estilo Profidén
Y, por supuesto, mostrar una actitud positiva: no mentir, tener humildad, mostrar los conocimientos sin chulería, con naturalidad y proyectando una imagen de seguridad. El entrevistados querrá saber cómo te vas a enfrentar al trabajo y eso lo va a leer en tu cuerpo.
Algo más. Si, atento a dos detalles:
-hay quien hace preguntas trampa
-atento a lo que publicas sobre ti. Hoy es muy habitual buscar al candidato en redes sociales. Cuidado con las opiniones, fotos, chistes, comentarios… Por parte del postulante, conviene ir informado también: sobre el puesto que ofrecen y sobre la empresa que lo oferta
Para terminar, si os apetece escucharlo, este es el audio del programa:
https://soundcloud.com/user-769537654/maria-de-la-serna/s-zGNDJ
(Fotos: taringa.net; soundmeup.com; Vogue; EFE)
“Wie Farben auf Gefühl und verstand wirken”, Eva Heller, Droemer Verlag, Munich, 2007