Los veinticuatro: concejales de otra época
Este fin de semana durante una visita a las ciudades de Úbeda y Baeza nos hemos topado con unos caballeros “municipales” que nos han llamado mucho la atención: los caballeros veinticuatro. Nuestros seguidores andaluces seguro que saben a quienes nos referimos, pero para el resto y porque no deja de ser siempre interesante aprender alguna cosilla más, vamos a dedicarles hoy el post a estos señores.
¿Quiénes son los caballeros veinticuatro?
Los caballeros veinticuatro -o simplemente, el veinticuatro– eran cargos propios de las corporaciones municipales de algunas ciudades españolas durante los siglos XV a XVIII. Especialmente, de Andalucía. Entre otras en Úbeda y Baeza, donde nos cruzamos con este tipo de cargo, pero también en Sevilla, Jaén, Jerez, Granada o Córdoba. Los “veinticuatro” vendrían a ser como los concejales de los ayuntamientos actuales: regidores con mando en plaza. Generalmente, el oficio de veinticuatría lo ejercían hombres de cierta posición social y nobles. Eran cargos muy golosos: gobernaban las ciudades y por sus manos pasaban todos los asuntos económicos que les afectaban. Con lo que eso significaba de posibilidades de hacer carrera y de ganar dinero.
Veinticuatro: ¿término desconocido?
Más que desconocido, olvidado. Pero, sencillo de encontrar, incluso en el diccionario de la Real Academia. Aunque veinticuatro sea, en primera acepción, “veinte más cuatro”; en la quinta leemos:
5. m: En algunas ciudades de Andalucía, según el antiguo régimen, regidor de ayuntamiento.
Es sencillo imaginar que el nombre de estos caballeros se deba al número de los que formaban estas primitivas juntas municipales de gobierno. Originalmente fueron 24. Si leemos a Martínez de la Rosa refiriéndose a la conquista de Granada por los Reyes Católicos lo entenderemos muy bien pues ahí está su origen:
Con el tiempo, sin embargo, el número fue creciendo. Especialmente en el siglo XVI. Las prebendas de las que gozaba el puesto por la variedad de funciones que ejercían los caballeros -entre ellas la fiscalización de tributos- hicieron que aumentara su número tanto por el aumento de la población como por las necesidades propias de las ciudades. Llegaron incluso a venderse.
Caballeros veinticuatro: número y linaje
Aunque la forma de gobierno fuese similar en todas las ciudades, había variaciones entre unas y otras. Tanto en número como en requisitos. En Jaén -, por ejemplo, leemos en las páginas PHP de la Universidad de Almería-, que:
“(…) si en 1555 ya eran 29 los regidores, cinco años más tarde este número había superado los 40. En cambio, en 1565 éste descendía a 37 como consecuencia del consumo de algunos de estos oficios, para posteriormente elevarse a 43 en 1580. Tras producirse nuevos acrecentamientos y consumos, el número de caballeros veinticuatro ascendía a 45 en los primeros años del siglo XVII, llegando a los 48 en 1640 y a 53 en 1657”.
En Granada, los antecedentes de estos caballeros veinticuatro, son según este estudio:
“Los Reyes Católicos D. A. Isabel I de Castilla y su esposo D . Fernando de Aragón y de Henríquez, en los años más inmediatos a la reconquista de Granada, respetando algo lo pactado en las capitulaciones concertadas para la entrega de dicha Ciudad permitieron que ésta se rigiese por un Ayuntamiento moro: Los primeros regidores que nombraron, fueron veintiún moros, con libertad de servir los cargos cuando quisieran. Asi se aprende en el Tomo VIII de «Documentos inéditos», publicados por la Academia de la Historia: Los nombres de estos veintiún primeros Regidores, los publicaremos en la tercera parte de este nuestro trabajo, cuando nos ocupemos de los primeros Regidores cristianos, o Caballeros Veinticuatros del Ayuntamiento de Granada»; los primeros títulos que se conocen de Regidores cristianos del Ayuntamiento granadino, llamados después VEINTICUATROS , son del año 1495″ .
En Córdoba, y en este caso, según el blog de Paco Muñoz:
De la misma manera, tampoco en todos los cabildos, juntas o ayuntamientos se requerían los mismos méritos para acceder al puesto. En estas mismas tres obras citadas leemos, que en Jaén:
“(…) durante los últimos siglos de la Baja Edad Media y hasta la primera mitad del siglo XVI, en la ciudad de Jaén encontramos pocas familias pertenecientes a la nobleza de sangre (…)”.
En Sevilla, “para ocupar uno de estos cargos se requería ser hidalgo”.
En la “Historia de Úbeda en sus documentos” (tomo IV) de Ginés de la Jara Torres Navarrete, hay referencia al enterramiento de un caballero veinticuatro en la Iglesia de Santo Domingo a finales del siglo XVII. El barón don Luis de Medinilla Anguís y Carvajal, caballero de Alcántara y veinticuatro de la ciudad, “enterrado allí como “todos los de su linaje“. Su padre, Juan de Medinilla Anguís Mexía, Alguacil Mayor del Santo Oficio en la ciudad, también había sido caballero veinticuatro. Claramente, pues, en aquella ciudad y época, nobleza era requisito.
Siguiendo la relación de “Hidalgos de Jaén” de Mariano Sáez Gámez, es fácil encontrar en ella a más de un caballero veinticuatro: ¡Al menos eran hidalgos!
En Jaén, y siguiendo de nuevo, el artículo de la Universidad de Almería, en cuanto a la composición social de los veinticuatro, leemos que:
“(…) durante los últimos siglos de la Baja Edad Media y hasta la primera mitad del siglo XVI, en la ciudad de Jaén encontramos pocas familias pertenecientes a la nobleza de sangre … “
Sí eran, sin embargo, de la nobleza media y de familias hidalgas.
Para cerrar, un dato más. En Sevilla, y es de suponer que en otras ciudades y con otros oficios, los veinticuatro integraban también una hermandad de penitencia que procesionaba en Semana Santa: los Veinticuatro (y los Jurados) “salían con el Cristo de San Agustín o del Santo Crucifijo”. Este grabado los muestra en la del Corpus Christi a principios del siglo XVIII.
(Post preparado con las informaciones leídas en ; Universidad de Almería; Sevilla; Jaén; Libro Hidalguías de Jaén de Mariano Sáez Gámez; procesiones sevillanas)
(Foto: captura de libro de Fr. Martínez de la Rosa: Obras completas, Volumen 3, sobre Hernán Pérez de la Rosa; procesión de los 24 de Sevilla)