¡Maldito trapo!

Que las autoridades descubran una placa al inaugurar un edificio, en homenaje a una persona relevante, con motivo de una restauración importante o por el motivo que sea, es parte de su trabajo y uno de los actos más habituales a los que se enfrentan. No es muy complejo organizarlo. Pero aunque el esquema pueda resumirse en cuatro puntos ( antes cinco, porque lo del vino de honor, se acabó desde que llegó la crisis):

-Recibimiento y saludos entre anfitriones y autoridades
Palabras del anfitrión
-Descubrimiento de la placa y
-Palabras de agradecimiento de la autoridad
(Vino de honor)

es el típico acto en el que los detalles cuentan y se ven mucho. Lo hemos comentado en el blog otras veces, pero no por ello nos resistimos a seguir “ilustrando” lo que se podría evitar con muy poquito esfuerzo.
Trapito
¿y qué hago yo con este trapo?