Entrega de medallas: territorio protocolero

3 mayo 2017

Os contábamos ayer -2 de mayo- que en Madrid se celebraba la fiesta de la Comunidad. Dentro de los festejos del día se entregan las Medallas de la Comunidad y la Orden del 2 de Mayo en un acto solemne que preside la Presidenta de la Comunidad. Hemos asistido al acto, que se celebra en el patio interior de la sede del Gobierno en la Casa de Correos de la Puerta del Sol, y queremos compartir con todos nuestros seguidores los aspectos protocolarios de esta entrega de condecoraciones. Y de los otros actos con los que se celebra la Fiesta de la Comunidad.

Una entrega de medallas es un acto en el que los departamentos de protocolo tienen mucho que aportar. Y se puede apreciar. ¿Dónde?

La invitación

Fue el clásico tarjetón de cartulina que contiene toda la información que requiere el invitado para llegar con bien al evento: el logotipo de la institución anfitriona, el cargo que invita al acto, el tipo de acto al que se invita, el sitio y la hora de la celebración. Además de informar del lugar exacto en el callejero, el teléfono y un correo electrónico para confirmar la asistencia o para preguntar cualquier cosa si es necesario y los avisos importantes, si es que lo hay. En este caso, la hora a la que había que estar dentro del edificio y el aviso de que la invitación era imprescindible para acceder.

Como además de la entrega de condecoraciones y medallas, la celebración también contaba con una parada militar y un vino de honor, las invitaciones eran tres. Diferentes en el texto y marcadas en una esquina con tres colores diferentes para identificar con facilidad cada una de ellas.

El escenario

En tarima forrada de color rojo, que es el de la Comunidad. En su lado derecho no faltaron las banderas: la española y la de la Comunidad Autónoma de Madrid. En el izquierdo, asientos para los premiados: en dos filas y ordenados por la categoría de la condecoración. Primero las Medallas de Oro, las Grandes Cruces, y las medallas de Plata, después las encomiendas y al final las Cruces. En dos filas porque quince sillas no caben en el escenario. Al menos, no caben de forma que el movimiento de entrega sea lucido tanto para la Presidenta Cifuentes que las entregaba, como para los condecorados.
La trasera, informaba, a todo trapo de la festividad que se celebraba.

El atril, de metacrilato que lo hace más liviano, tenía la bandera de la Comunidad en pieza adosada al frente: protegía sin separar. Y tenía su espacio para el vaso de agua. No faltó tampoco el teleprompter para evitar despistes de memoria en los discursos.

Presidencia

Como también hemos comentado en el blog, las presidencias no siempre se sitúan en los escenarios. Es cada vez más frecuente despejarlos para que se vea mejor la acción que sucede en ellos. Esto obliga a sentar a los protagonistas en otro lugar. Soluciones hay muchas. Entre ellas, utilizar la primera fila del salón. Y ese fue el modelo escogido por la organización del acto: la silla central de la primera fila estaba situada en el centro del pasillo que separaba los dos bloques de asientos para los asistentes. A partir de esa posición central se ordenaron las autoridades presentes según el Real Decreto 2099/83 Art. 12, que regula las precedencias de autoridades en los actos en el territorio propio de una Comunidad Autónoma. En alternancia impar.

(13) Presidente del Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma (de Madrid).
(14) Vicepresidentes del Gobierno, según su orden.
(15) Ministros del Gobierno, según su orden.
(20) Presidente de la Asamblea Legislativa de la Comunidad Autónoma (Parlamento Regional).
(21) Delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma (de Madrid).
(22) Alcalde del municipio del lugar (de Madrid).
(27) Defensora del Pueblo.

Entrega de medallas

Fue exclusivamente la Presidenta Cifuentes la que entregó las condecoraciones: prendió las medallas y las cruces en la solapa, impuso la banda de las Grandes Cruces y entregó la placa de las encomiendas. Tras la lectura de los diferentes acuerdos de concesión, publicados en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) el 24 de abril, se fue llamando uno a uno a los condecorados. Dejaron su sitio, se acercaron a la Presidenta, que se había situado en el centro del mismo, y recibieron así las diferentes condecoraciones. El escenario, por su amplitud y la ordenación del espacio, permitió una visión perfecta de estos movimientos.
Las condecoraciones estaban en mesa aparte y un auxiliar se las fue entregando a la Presidenta. ¡Un trasto menos en el escenario! Eran 26 cajas de diferentes tamaños y la mesa era de buen tamaño: habría quitado espacio sobre la tarima.

Después de la entrega, el momento musical: Niña Pastori interpretó dos canciones de Alejandro Sanz, condecorado con la Medalla de Oro de la Comunidad.

Parada militar

Terminada la entrega, las autoridades salieron a la Puerta del Sol para la ofrenda de dos coronas de laurel en las lápidas situadas en la fachada de la sede que recuerdan a los Héroes del 2 de mayo de 1808 y a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004.

Después de la rendición de honores reglamentarios, revista a la fuerza y del acto de homenaje a los que dieron su vida por España y con su último toque, la Patrulla Águila hizo una espectacular pasada por encima de la Puerta del Sol.

Los actos de la mañana los cerró el desfile: protagonizado por el Regimiento de Artillería Antiaérea 71, y en la que también participaron la Guardia Civil, la Policía Nacional, la Policía Municipal de Madrid y las BESCAM, con unidades a pie, motorizadas, en bicicleta y a caballo.

De esta parada militar es la foto de la cinco mujeres que la presidían: las cuatro mujeres que ocupan los cuatro primeros altos cargos de la Comunidad, más la Vicepresidenta. Ahí está el RD 2099/83 para demostrarlo.

(Aunque no salen en esta foto, también había dos hombres en esa presidencia: los representantes de las Fuerzas Armadas en la  Región y en la capital).

Vino de honor

Es el broche final de los actos. Lo recordamos en la entrada que dedicamos a la estructura de los actos: es el momento para que anfitrión y sus invitados puedan hablar, saludarse y comentar.

Las relaciones sociales son fundamentales y, dada la hora, la mejor manera de charlar tranquilamente con los invitados, era un aperitivo. Se celebró también en el patio interior de la Casa de Correos, al otro lado de donde se había montado el escenario. Y estuvo muy concurrido.