Hace un par de días hablamos de lo difícil que es, en muchas ocasiones, que llevar bolso sea cómodo o que situarlo adecuadamente durante un acto no sea un problema. (El bolso: ese incordio)
También comentamos a principios de año la conveniencia o no, de obsequiar a las mujeres con ramos de flores: una costumbre que se sigue sin pensar, y que, sin embargo, deberíamos analizar como una opción más, pero no la única. (A las mujeres, ni flores)
Rizar el rizo es tratar de salir airosa cuando hay que vérselas con el bolso y las flores ¡a la vez! O se tiene mucho arte, o hay que ensayarlo pasillo arriba, pasillo abajo…
La solución la tiene, como siempre, Isabel II de Inglaterra: colgar el bolso del antebrazo permanentemente. ^_^
Si, ella sí que lo maneja de maravilla. Pero es que además, manda mensajes con él. Según lo mueva sus ayudantes o acompañantes saben lo que que puede estar pidiendo o necesitando. Eso es arte y lo demás, ¡tonterías!
Yo creo que Máxima lleva una carrera ascendente por días. Casi todo lo hace bien y además parece que todo lo hace sin esfuerzo y estoy segura que hay días…
Hasta llevar bolso y flores. Cuanto habría que aprender en algunos casos.
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