Ordenación episcopal y toma de posesión
A lo largo de los años hemos contado muchas tomas de posesión: de presidentes de gobierno, ministros, altas autoridades del Estado e incluso, mandatarios extranjeros. Pero también de obispos. «¡Ellos también se hacen cargo de un puesto con un ceremonial concreto! ¿Cómo son estos procedimientos?», nos preguntamos en una entrada que dedicamos a esta ceremonia apoyándonos en la toma de posesión de Carlos Osoro en Madrid. Para hoy hemos recurrido también a una ceremonia reciente: la ordenación episcopal y toma de posesión del nuevo arzobispo de Pamplona en la catedral. Pero en esta ocasión, vamos a poner el acento en la ordenación episcopal.
¿Por dónde empezamos?
Evidentemente por invitar al acto. ¿Normal, no?
Ya sabemos en protocolo que todo acto empieza por ahí. De la invitación nos gustaría destacar dos aspectos protocolarios: el primero es el tratamiento. ¡Si, ya sabemos que lo del Excmo.Sr, Ilmo.Sr. y demás tratamientos parece que ya no se lleva! Pero existen, están en vigos y hay que saberlo. Como se trata de un arzobispo…
Además, el uso de la expresión «Dios mediante», que significa ‘queriendo Dios’ o ‘si Dios lo quiere, y se abrevia D.m. Cierto es que no es frecuente verlo ya en invitaciones aunque su uso ha estado muy extendido, pero estamos hablando de un acto de la iglesia…¡no podía faltar! Y como curiosidad final, la fecha: la invitación se data en diciembre de 2023 para uina ceremonia de enero del 2024. Se nos hace raro y puede inducir a error. En una carta, lo vemos. En el tarjetón de la invitación…
¿Por dónde seguimos?
Os contábamos en el post del obispo Osorio que hay varios protagonistas estáticos de esta ceremonia: entre ellos puerta y atrio. Allí, en esa puerta y a las 10.30 h de la mañana, le recibiron las autoridades diocesanas y civiles. Desde allí, y en procesión, acompañado obispos y cardenales -¡más de treinta!- se dirigieron a la capilla del Santísimo. Solemnidad en la procesión marcada por la música: sonaba la Marcha para la entrada del Reyno. ¡Que sólo era el inicio de un extenso y brillante programa musical!
Tras unos momentos de oración, se revistió en la sacristía y dio cominezo la celebración de la eucaristías concelebrada con los arzobispos de Barcelona, Pamplona y Castellón. Asistían al arzobispo electo el vicario general de Curia en la diócesis y un religioso mercedario provincial de la Merced en Aragón.
Tras las lecturas y la proclamación del Evangelio dio comienzo el rito de la ordenación episcopal con la invocación al Espíritu Santo, de la que hemos ya en este en este blog cuando os contamos la elección de Papa:
A continuación el obispo electo -a quien acompañan dos presbíteros- se sitúa frente al obispo ordenante principal. Uno de los presbíteros le solicita la ordenación episcopal del elegido con la siguiente fórmula:
Reverendísimo Padre, la santa Madre Iglesia católica pide que ordenes obispo al presbítero Florencio. Tras la lectura y la homilía, el elegido tiene que prometer que va a cumplir el cometido para el que ha sido nombrado. El obispo principal le interroga al respecto de la siguiente mane
El obispo ordenante principal pregunta:
¿Tenéis el mandato apostólico?
El presbítero asistente responde:
Lo tenemos.
El obispo ordenante principal ordena:
Léase.
A continuación se lee la Bula.
Esta es la bula de nombramiento del arzobispo:
Tras la lectura y la homilía, el elegido tiene que prometer que va a cumplir el cometido para el que ha sido nombrado. El obispo principal le interroga al respecto de la siguiente manera:
La antigua regla de los Santos Padres establece que quien ha sido elegido para el orden episcopal sea, ante el pueblo, previamente examinado sobre su fe y sobre su futuro ministerio. Por tanto, querido hermano: ¿Quieres consagrarte, hasta la muerte, al ministerio episcopal que hemos heredado de los apóstoles, y que por la imposición
de nuestras manos te va a ser confiado con la gracia del Espíritu Santo?
ð. Sí, quiero.
¿Quieres anunciar con fidelidad y constancia el Evangelio de Jesucristo?
ð. Sí, quiero.
¿Quieres conservar íntegro y puro el depósito de la fe, tal y como fue recibido de los apóstoles y conservado en la Iglesia y en todo lugar?
ð. Sí, quiero.
¿Quieres edificar la Iglesia, Cuerpo de Cristo, y permanecer en su unidad con el orden de los obispos, bajo la autoridad del sucesor de Pedro?
ð. Sí, quiero.
¿Quieres obedecer fielmente al sucesor de Pedro?
ð. Sí, quiero
Con amor de padre, ayudado de tus presbíteros y diáconos, ¿quieres cuidar del pueblo santo de Dios y dirigirlo por el camino de la salvación?
ð. Sí, quiero.
Con los pobres, con los inmigrantes, con todos los necesitados ¿quieres ser siempre bondadoso y comprensivo?
ð. Sí, quiero.
Como buen pastor, ¿quieres buscar las ovejas dispersas y conducirlas al aprisco del Señor?
ð. Sí, quiero.
¿Quieres rogar continuamente a Dios todopoderoso por el pueblo santo y cumplir de manera irreprochable las funciones del sumo sacerdocio?
ð. Sí, quiero, con la ayuda de Dios.
Dios, que comenzó en ti la obra buena, él mismo la lleve a término.
¿Hay más?
Si, el rito se completa con varios actos simbólicos. Seguimos en la Catedral:
El obispo principal tras la promesa introduce la letanía a cuyo final sigue la imposición de manos: el nuevo obispo se pone de rodillas ante el obispo ordenante principal que le impone las manos sobre la cabeza para trasmitir el don del Espíritu Santo para desempeñar el ministerio episcopal. Y lo mismo harán todos los obispos asistentes.
La ceremonia continua con la plegaria de ordenación: el obispo ordenante principal impone el Evangeliario abierto sobre la cabeza del nuevo obispo electo y en nombre de todos los obispos presentes en la catedral, pronuncia la plegaria de ordenación.
Le sigue la unción de la cabeza, que lleva a cabo el obispo ordenante principal ungiendo con crisma la cabeza del nuevo obispo; la entrega del Evangeliario, que recibe de estas mismas manos -la palabra de Dios que desea instruir-; la imposición del anillo -signo de fidelidad a la iglesia- , y de la mitra -símbolo de resplandor-; la entrega del báculo pastoral -signo del ministerio pastoral-; la toma de posesión de la cátedra -¡al fin el nuevo obispo se sienta en la cátedra- y la acogida en el colegio episcopal: todos los obispos presentes le dan un abrazo y un beso de acogida en el colegio episcopal.
Este es un enlace al Navarra.com, donde podéis ver todas las fotos del acto. ¿Lo habremos contado con precisión?
(*bula: Documento pontificio relativo a materia de fe o de interés general, concesión de gracias o privilegios o asuntos judiciales o administrativos, expedido por la Cancillería Apostólica y autorizado por el sello de su nombre u otro parecido estampado con tinta roja.(RAE)
(Todas las fotos de la ceremonia son de Navarra.com; los documentos utilizados son propios)