Parapetados…
Se supone que las tarimas y las presidencias están para resaltar el lugar donde va a suceder lo más importante de un acto. Es una forma de llamar la atención a los asistentes.
Lo que no tiene sentido es plantearlas de manera que sean una barrera que sirva para esconderse. Eso se llama burladero y está en las plazas de toros.
De muestra, la barrera alemana. ¡Y nunca mejor dicho!