Día de la Patrona en la Facultad de Farmacia

Día de la Patrona en la Facultad de Farmacia

El 8 de diciembre es el día de la Inmaculada Concepción. Además de ser fiesta en nuestro país -así se estimó en el Concordato con la Santa Sede capítulo V*, firmado en 1953 y aun en vigor-, es el día de la Patrona de los farmacéuticos, de sus colegios oficiales y de la farmacia militar, además de serlo de otros cuerpos e instituciones. La primera Universidad “en hacer el juramento inmaculista en 1496, (fue la de Paris)”. Las “de Valencia, Sevilla y Salamanca lo ratificaron en 1530, 1617 y 1618, respectivamente”(***).  La
facultad de farmacia de la Universidad Complutense de Madrid se sumó posteriormente.  Por esa razón -y como suceden en otras de la misma especialidad en toda España- se celebra en esa fecha un acto solemne en el que se entregan las becas, premios y distinciones que ésta otorga a alumnos, profesorado o personal de la casa. En otras universidades y facultades se suele aprovechar la fiesta de Santo Tomás de Aquino para la entrega de estos premios.

El acto académico debería de empezar con la entrada en el salón de actos, aula o recinto elegido, de la comitiva con el decano al frente de la misma, vestidos y tocados todos. Pero cada maestrillo tiene su librillo y en esta facultad se accede a la sala a batiburrillo:

 

La Decana ocupó la presidencia -obsérvese el tamaño del respaldo de la silla, que así indica cual es dicho sitio- y el resto de los puestos los ocuparon los diferentes vice decanos. El último, lo ocupó el secretario de la Facultad. Hubo un Orden del Día que se cumplió y que siguió el esquema habitual en este tipo de actos:

  • Lectura de la Memoria del Curso Académico 2015-2016, por el secretario de la Facultad.
  • Entrega de diplomas acreditativos a los mejores expedientes fin de grado 2015/16.
  • Entrega de otros premios de grado (Premio Fundación Folch (2), Premio Victoria Eugenia Rodríguez García y Premio Prof. D. Antonio Doadrio López).
  • Entrega de otros premios de doctorado (Fundación Folch (2) y Prof. D. Antonio Doadrio López).
  • Imposición de insignia a los nuevos doctores de la Facultad.
  • Entrega de la beca para estudios de postgrado.
  • Imposición de la Medalla de la Facultad a las personalidades e instituciones con ella distinguidas y a los empleados de 20, 25, 30 y 35 años de servicio en la facultad.
  • Entrega de diplomas acreditativos a los mejores expedientes fin de carrera 2015/16. (Alumnos con 4 a 10 matrículas de honor en el último curso).
  • Intervención de la decana de la Facultad de Farmacia.
  • Gaudeamus Igitur.

La lista es larga y está desordenada. El criterio de entrega de los premios, honores y otras distinciones lo establece la propia facultad y no hemos adivinado cual es. Los premiados, repartidos por todo el aula -que estaba a rebosar-, subían y bajaban por las escaleras laterales y central en un rosario de entregas. Tampoco sabemos cual fue el criterio para la entrega por parte de los miembros de la mesa de los diferentes premios. Podrían haberse reservado asientos para los diferentes grupos de premiados, que, dirigidos por un experto en protocolo podían haberse acercado a la mesa con más orden a recogerlo y de paso, y  ya puestos, se les podría haber aleccionado con relación al saludo: unos daban besos y abrazos, otros la mano. Unos a media mesa, otros a todos los presentes y los menos, sólo a quien se lo entregaba. Habría resultado un  acto algo más ágil. Teniendo en cuenta que se entregaron más de 80 diplomas, y que la sala rebosaba humanidad, se habría agradecido bastante. Desde aquí nos ofrecemos, de todo corazón, a echar una mano el año que viene.

Los alumnos que recibían premio con dotación económica, hicieron algunos malabares para recoger, agradecer y firmar por encima del centro de flores artísticamente situado justo ante la presidencia, que era quien entregaba.

https://youtu.be/uHV42_JEDp4

Tras la entrega del último diploma -alumna con más de diez matrículas de honor en el último curso- y de la intervención de la Decana, el grupo de teatro Triaca de la Facultad representó un pequeño sketch. Befa, mofa, burla y escarnio con los “empollones” allí reunidos. Dos “militares” reclutaron para sus guerras, personal experto en galénica, botánica, bioquímica, fisicoquímica, fisiología, edafología….¡ah, no! De eso no, que no sirve para nada. Gustó mucho.

 

No faltó tampoco la tuna de farmacia: ¡cómo iban a dejar escapar semejante ocasión para lucirse! El público presente coreó los clavelitos, Fonseca y otras canciones clásicas. En la sala había muchos niños -incluso recién nacidos- que disfrutaron como locos con este puntito musical dando palmas y cantando.

https://youtu.be/xYe15gNxD2g

 

Y, como mandan los cánones universitarios, el acto se cerró con el “Gaudeamus igitur”.

https://youtu.be/e31TzXT97fQ

 

Muy solemne. Todo. Evidentemente, eso es lo que se presupone que debe ser una ceremonia en lugar tan serio como son los templos del saber universitario.

 

 

 

(*) Artículo V
El Estado tendrá por festivos los días establecidos como tales por la Iglesia en el Código de Derecho Canónico () o en otras disposiciones particulares sobre festividades locales, y dará, en su legislación, las facilidades necesarias para que los fieles puedan cumplir en esos días sus deberes religiosos.
Las Autoridades civiles, tanto nacionales como locales, velarán por la debida observancia del descanso en los días festivos.
(
) Libro IV ,Parte III, Título II, Capítulo I
De los días de fiesta
1246 § 1. El domingo, en el que se celebra el misterio pascual, por tradición apostólica ha de observarse en toda la Iglesia como fiesta primordial de precepto. Igualmente deben observarse los días de Navidad, Epifanía, Ascensión, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, Santa María Madre de Dios, Inmaculada Concepción y Asunción, San José, Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y, finalmente, Todos los Santos. § 2. Sin embargo, la Conferencia Episcopal, previa aprobación de la Sede Apostólica, puede suprimir o trasladar a domingo algunas de las fiestas de precepto.
(***) Extracto del discurso pronunciado por el Dr. Manuel Losada Villasante,  bioquímico, farmacéutico, catedrático y Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, 1995.