Pedaleando
Lo normal es que expliquemos a los niños -¡y a sus padres!- que en la iglesia ni se corre, ni se habla alto, ni se utiliza el móvil. Y, mucho menos, se monta en bicicleta…
…salvo que se sea obispo y te la haya regalado una asociación ciclista en su aniversario. En ese caso, una vueltecita para probarla… ¡no es pecado!
¡Feliz fin de semana a todos!
(Fotos: diocesipa.it)