¡Protocolo cof, cof……atchís!

Esta semanita en la que aun no apretaba el calor como suele pasar en julio -que siempre es más caluroso que agosto, aunque “unos carden la lana y otros se lleven la fama”- nuestros seguidores se han volcado con las entradas protocolarias: la espina dorsal de nuestro blog.

En “Protocolo for ever” pusimos los ojos en los aspectos protocolarios de una visita oficial a China. La de la canciller Merkel. El que sea la séptima vez que visita el país indica la importancia de las relaciones de todos tipo entre los dos gobiernos: evidentemente, las comerciales son básicas, pero siendo visitas oficiales, el programa es amplio y, a pesar de lo gran viajera que es la Sra. Merkel, no se han descuidado las formalidades ni un milímetro. El protocolo en China tiene mucha importancia: está en su ADN. Siglos de historia avalan la utilidad que saben sacarle a las técnicas de ordenación que proporciona el protocolo para la puesta en escena del poder. ¡Los emperadores de la dinastía Quing tenían un Ministerio de Ritos! Aunque muchas veces se nos eche en cara que el protocolo es rígido -cosa incierta- ¿alguno cree que con las magnitudes que se manejan en China, se puede dejar algo a la improvisación? ¿Conseguirían el mismo efecto?

http://protocoloalavista.com/2014/07/08/protocolo-for-ever/

banquete

Nuestra segunda entrada más visitada -aaaatchís- ha sido la que dedicamos a recordar que en situaciones embarazosas -cof, cof- lo mejor es actuar con naturalidad. Nadie está libre de un estornudo imposible de amortiguar, ni de tener que ir a trabajar con un constipado de narices. No hay que ponerse nervioso. Naturalidad al canto: claro, que sin pasarse la manga por la nariz, ni meterse un dedo en una oreja… ¡entre la cochinada y la naturalidad hay un paso!

http://protocoloalavista.com/2014/07/10/ejem-ejem-aaatchis-cof-cof/

Atchís!

¡Feliz semana a todos y gracias por estar ahí!