Purim, la Fiesta de las Suertes o el carnaval judío
Mientras que en el calendario católico el carnaval se cerraba este año el 1 de marzo con el entierro de la sardina y el miércoles de ceniza, en el calendario judío estaba a punto de celebrarse su Fiesta de Purim (en hebreo:פורים, Pûrîm = suertes). Esta festividad se celebra todos los años el 14 del mes de Adar (en 2017, 11 a 12 de marzo) y celebra la salvación del pueblo judío bajo el dominio de los persas en la época del rey Ajashverosh (Asuero) tal y como se relata en el Libro de Ester (en hebreo מְגִילַת אֶסְתֵּר, Meguilat Ester o “Rollo de Ester”): el plan de Amán (Haman), Primer Ministro del rey era “destruir, asesinar y aniquilar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, mujeres y niños, en un solo día”, pero Ester lo desbarató salvando así a su gente. Esta es la suerte que se celebra este día.
Purim es uno de los días más alegres del año: Se festeja con la lectura del Libro de Ester tanto en la víspera del día como, una segunda vez, en el propio día de la celebración. Y es importante atender bien porque cuando se menciona el nombre de Amán (Haman) hay que hacer ruido -golpear con los pies, o hacer sonar algo- para que no se oiga el nombre del hombre maldito.
Aunque también se ayuna y se reza en la víspera como lo hicieran los judíos persas durante el conflicto que casi les lleva al exterminio. Pero después hay un gran banquete en el que se bebe abundantemente -hay que beber vino o alguna bebida alcohólica- y se recita y se canta para celebrarlo. Tal vez por eso, los medios de comunicación cuando tratan la fiesta de Purim sólo se fijan en esta parte de la fiesta. Olvidan el sentido de la fiesta y su simbolismo. Además de la comida, también se envían regalos a los amigos (en hebreo: משלוח מנות, Mishlóaj Manot. Pasteles , dulces o fruta es lo habitual. Simbolizan la unidad y la amistad entre las personas. Los dulces típicos son “las Hamantaschen” que tienen la forma del sombrero de tres picos del Primer Ministro.
Tampoco hay que olvidar que hay deber de ser caritativo con los pobres (en hebreo: מתנות לאביונים, Matanot La’evionîm) y cumplir dando una limosna -en principio, en mano- a cualquier persona, al menos una, que se sepa que tiene necesidades.
La fiesta se conoce como carnaval judío, porque es costumbre ese día disfrazar a los niños…¡y a los que no lo son tanto!… para simbolizar la providencia divina en el milagro de la salvación del pueblo la noche en que debía ser masacrado que se mostró disfrazada de sucesos naturales.
(Fotos: Libro de Esther; regalos; orejas de Amán; disfraces de los niños)