¡Qué poco glamour!

Que los reyes ya no son de sangre azul, o que los príncipes ya no se casan con princesas de cuentos de hadas es algo que hemos ido asumiendo todos poco a poco. Pero las casas reinantes europeas parece que le dan un toque de color al gris unitario y democráticos de jefes de estado y de gobierno.
Pero, no nos olvidemos: son  ciudadanos de estos países y como tal, se someten a las leyes y las normas como todos nosotros. Claro, que, en su caso, podían tener algo más de mimo con este detalle burocrático ineludible. ¡Tanto boato, tanta pompa…. para fotografiar un sello y el tampón delante del reclinatorio!
Firmando el acta matrimonialFirma del acta matrimonial de Guillermo de Luxemburgo