The Rainbow Sideboys

25 julio 2017

El presidente Trump se desplazó el sábado pasado a la Base Naval de Norfolk en Virginia para presidir la ceremonia de inauguración del portaaviones «Gerald R. Ford». Lo hizo en el helicóptero presidencial -el Marine One- que aterrizó en la enorme cubierta del barco. A pie de escalerilla le recibieron el secretario de Defensa Jim Mattis y otros funcionarios. ¿A pie de escalerilla? Pues no. Allí formados estaban los Rainbow Sideboys.

¿Quienes son estos diez hombres?

Es tradición de la Marina estadounidense que cuando una visita distinguida sube a bordo de un portaaviones, le reciban este grupo de marineros que representa a los hombres que trabajan en cubierta. La recepción recibe el nombre de Tending the Side. Tiene su origen de cuando subir a un barco de vela era algo más difícil que ahora. Como hoy, también era frecuente que los capitanes de los navíos invitasen a personalidades o autoridades a visitar los barcos y a cenar o comer con ellos. Cada vez que los invitados querían acceder a la cubierta tenían un problema: o subían trepando por una cuerda o les izaban. Para eso utilizaban la llamada «boatswain’s chair» -silla del contramaestre- invento práctico, pero un tanto humillante para algunos, con el cual se les izaba desde el muelle. Práctico aunque incómodo y no exento de peligro: ¡uno se escurría con frecuencia! Así pues para la operación se contaba con la ayuda de algunos marineros: los sideboys.

Dice la leyenda, que para ser invitado a un barco a comer con el capitán había que tener un cierto estatus social lo que significa que los invitados, por lo general, estaban bien alimentados y por tanto eran gordos y grandes: ¡se necesitaban muchas manos para auparlos a bordo y la dirección de un experto! El responsable de este peculiar comité de aupado daba las órdenes de este procedimiento – “hoist away” or “avast heaving» (¡Levanten ese peso!)- con su pito de órdenes y los sideboys tiraban de las cuerdas. ¡Y allá que subía el distinguido invitado!

Hoy, con las pasarelas y, más aun llegando en helicóptero a la misma cubierta, no es necesario tanto invento, pero la costumbre se ha mantenido en la forma: los invitados distinguidos siguen siendo recibidos por estos marineros.

Forman a ambos lados de la alfombra roja, enfrentados por parejas, y visten sus coloridas camisas de faena, que ayuda a distinguirles en el ajetreo del trabajo: amarillo de mecánicos y tiradores; morado de repostadores de combustible; azul de los operadores de sistemas elevadores; verde de operadores de catapultas y blanco de sanitarios y responsables de las señales de aterrizaje. Entre otros.