
En resumen: el minuto de ayer con consorte
Bueno, pues ya estamos de vuelta. ¡Los fines de semana pasan volando! A nosotros éste que acaba de pasar se nos ha hecho especialmente corto. Hemos estado en la III Jornada Protocolera que se ha celebrado en A Coruña compartiendo protocolo, cultura y experiencias con protocoleros gallegos, asturianos, catalanes, maños, andaluces y castellanos. Lo contaremos en el blog esta semana. Pero ya toca volver al duro banco de la galera: es lunes de resumen semanal. Así pues, ¡a ello….!
El ganador del resumen
El #TOP1concorona se lo lleva -de calle y con varios cuerpos de ventaja- la entrada sobre el minuto de silencio. Y, específicamente, sobre uno determinado. El que guardó la reina Isabel II de Gran Bretaña por las víctimas del atentado de Manchester. Parece, a simple vista, que ese momento tiene poco que rascar y que con contar el origen de la tradición -como ya hicimos en su momento– ya vale, porque su recorrido como asunto protocolario es corto. No estamos de acuerdo: es un acto completo en el que juegan un importante papel el protocolo, el ceremonial y la etiqueta. ¿No lo creéis? ¡Echadle un ojo! La tantísimas visitas que ha tenido demuestran que esa «ceremonia de mañana«, al menos, ha provocado vuestra curiosidad. Y por eso se empieza.
Un segundo de buenas maneras
La segunda entrada que más os ha gustado -o, para ser más exactos, la que más se ha visitado según las estadísticas que utilizamos para hacer este resumen- tiene que ver con los modos y maneras en la mesa. ¡En la mesa o con la comida! De las primeras cosas que se enseñaba antes a los niños estaba la de comer con limpieza. El manejo de los cubiertos, la manera de sentarse, la forma de comer los alimentos, las buenas maneras… eran capítulos clásicos y fundamentales en las cartillas de urbanidad. En las casas se iba educando día a día con aquellos consejos que muchos recuerdan de sus comidas en la casa familiar: «no se habla con la boca llena», «no se mete el cuchillo en la boca», «no se ponen los codos en la mesa», «se limpia uno la boca con la servilleta antes y después de beber agua», «no se sorbe la sopa»…. Se acababa aprendiendo por goteo. ¡Como hoy se riegan los tomates! Pero esto se ha ido perdiendo. Algo queda y algo se enseña -de hecho, algunos padres se extrañan de que no se haga en los colegios, como si sus obligaciones o responsabilidades pudieran traspasarse- pero no mucho. No hay más que mirar alrededor. Pero, especialmente, no hay más que ver lo que se come, lo que se anuncia y cómo se hace para tener muy claro que lo de poner la mesa, manejar cubiertos o no hablar con la boca llena son cosas del pasado. ¿O es que es tan normal ya que ni os habíais fijado?
Un tercero social
El tercer puesto de honor de este resumen es para los consortes. Los que van tras sus parejas en plan acompañante-florero, perpetuando en el tiempo la estructura social del «jefe de la tribu» que exhibe a su dama o caballero como parte de su acervo. En otras épocas, en otro tipo de familias, no vamos a decir que no tuviera sentido. Pero todo evoluciona y en este aspecto cabe una reflexión y un adecuamiento a las formas de la sociedad actual. No queremos líderes con mujeres o maridos espléndidos. Queremos buenos gestores. Profesionales de lo suyo. Son precisamente las fotos de familia de las reuniones de los grandes mandatarios mundiales las que mejor reflejan lo que hemos cambiado nosotros -las personas y la sociedad- y lo lento que se ajustan las instituciones a los cambios. La brecha entre la realidad social y las estructuras clásicas queda plasmada en una imagen única. Que paseará por las redes, que dará lugar a miles de comentarios, ..¡que pondrá de manifiesto muchos prejuicios! Si no hace mucho la comidilla era, que ya había algunos hombres que acompañaban a sus mujeres y no al revés, como «venía siendo» lo habitual, hoy, además, ponemos el acento en las parejas de los mandatarios cuando son del mismo sexo. Si estas fotos reflejan normalidad… ¿qué hacemos aquí todos comentándolas? ¿No será que resaltan las diferencias?
Y eso es todo. Empezamos una nueva semana en Gijón. Y ya que estamos de congreso, ¿hablaremos de congresos? Pues es una idea…
¡Feliz semana a todos!