Ropaje ceremonial de la Orden de la Jarretera

Ropaje ceremonial de la Orden de la Jarretera

Raro es quien a estas alturas de semana no sepa que el Rey Felipe fue investido el lunes caballero de la Orden de la Jarretera en Windsor. Con una ceremonia tan vistosa y una historia tan llamativa detrás, los medios y los blogueros se han volcado en sus crónicas y retransmisiones. ¡Lo merece! Es muy espectacular. Nosotros no vamos a ser menos. Evitarlo estaría feo. Pero vamos a darle una vuelta: ¿habéis visto qué elegantes van los caballeros y las damas? Su ropaje ceremonial es muy llamativo. ¡Al menos nos lo parece y por eso hemos pensado que no estaría de más ver cada una de las piezas que componen la vestimenta y las regalías que le corresponden!

Las prendas que componen el ropaje ceremonial

La mejor ocasión para ver a los caballeros y damas de la Orden con su ropaje ceremonial es el Día de la Jarretera (Garter Day) que se celebra todos los años en el mes de junio después del desfile Trooping the Colours. Vestidos con ellos recorren los caminos interiores dentro del Palacio de Windsor entre la capilla de San Jorge y el Salón del Trono. Este paseíllo admite público: se puede solicitar la entrada en la web de la Casa Real británica desde el 1 de enero al 1 de marzo de cada año. ¿Qué piezas componen esta vestimenta ceremonial?

El manto

Es una capa larga hasta los pies que se incorporó a la vestimenta en el siglo XVI. Entonces era de lana. Pero desde el siglo XVI se cose en terciopelo. Originalmente era de color púrpura, pero con el paso de los siglos fue pasando de azul celeste a azul claro, oscureciéndose después –pasando por el violeta- hasta el azul marino que es hoy. Están forrados de tafetán de color blanco. Los mantos de la reina, del Príncipe de Gales y los de los caballeros y damas reales lleva cola.
A la altura del hombro izquierdo está bordada la Cruz de San Jorge rodeada por la jarretera –la liga– que da nombre a la Orden. La reina, en este lugar, luce la Gran Cruz. Sobre el hombro derecho se acopla una capucha de color rojo muy oscuro sin uso alguno y que hoy es más decorativa que otra cosa. El manto se sujeta al cuello con cordones rematados en borlas.

El sombrero

Es un bonete estilo Tudor, también de terciopelo y de color negro, que lleva prendidas plumas de avestruz y de garza negra.

Los elementos simbólicos que acompañan al ropaje ceremonial

El collar

Se luce alrededor del cuello, bajo el manto y sujeto con dos grandes lazos blancos sobre los hombros. Está fabricado en oro macizo, pesa casi un kilo y lo componen medallones de esmalte con la una rosa rodeada por la jarretera, alternando con nudos heráldicos . Se empezó a utilizar entre los siglos XV y XVI. Del collar prende la figura (pues es tridimensional), hecha en esmalte de colores, de San Jorge montado a caballo matando al dragón con su espada.

La jarretera o liga

¡Mucho hablar de la Orden que lleva su nombre y poco mencionar a la pieza estrella…! Es una cinta de color azul, tendiendo a morado, con sus correspondientes agujeros, que se ata con una hebilla en el que va grabada con letras doradas, el lema de la Orden: HONI SOIT QUI MAL Y PENSE. Los caballeros la lucen atada bajo la rodilla. Las damas, atada alrededor del brazo izquierdo.

   

La Gran Cruz

Hemos comentado que en el manto se luce la Cruz de San Jorge bordada en la tela. Y que, sin embargo, la reina luce la Gran Cruz en ese mismo lugar. Esta pieza no sólo se borda: tiene su versión en metal. Se introdujo en la Orden en el siglo XVII. Es una estrella plateada de ocho puntas en cuyo centro está representada la Cruz de San Jorge, rodeado por la liga. Cuando los caballeros de la Orden lucen en su ropa esta Gran Cruz, será la primera de las que quieran lucir.

La banda

La Orden también tiene banda. Introducida en el siglo XVII por el Rey Carlos I, se luce de hombro izquierdo a cadera derecha. Originalmente fue azul claro, pasó a oscurecerse y acabó siendo azul marino claro. Si un miembro de la Orden luciera la banda en cualquier ocasión que lo demande, será la única. Y no se luce cuando se lleva el collar.

De la banda prende la venera, que se sujeta a la tela con una cadenita de oro, a la altura de la cadera. No es una figura, como la que pende del collar, sino una medalla que reproduce también a San Jorge, la espada y el dragón. A esta pieza se la conoce como “Lesse George”, para diferenciarlo de la figura del collar: el Great George.

Cuando fallece un miembro de la Orden, tanto esta pieza –“Lesser George” como la Cruz-, han de ser devueltos a la reina. Y lo tiene que hacer el pariente varón más cercano al finado. El resto de las piezas –salvo la banda, el manto y el sombrero- se devuelven a la Cancillería.

Para rematar el post, y por si no lo habéis leídos, dos enlaces a dos muy buenos artículos sobre esta ceremonia. Su origen en el baile cortesano y la ceremonia de investidura de Alfonso XII, que no fue en el Palacio de Windsor, sino en el Palacio Real de Madrid. ¡Disfrutad de la lectura! Son muy recomendables.

 

(Fotos: escalinata; Isabel II: Getty Images; sombrero: EFE; Gran Cruz; banda😉