Rosh Hashanah: fin de año judío

Rosh Hashanah: fin de año judío

Estamos a las puertas del año nuevo judío. Rosh Hashanah (en hebreoראש השנה‎, rosh ha-shanah, “cabeza del año”) conmemora el día de la creación de Adán y Eva según lo relata la Torá, simbolizando así el nacimiento, inicio o cabeza del año. Las celebraciones empezarán al atardecer de hoy 20 de septiembre y durarán hasta el amanecer del viernes 22: son los días que corresponden con el primer y el segundo de Tishrei, séptimo mes del calendario hebreo.

El comienzo del año y hasta el Yom Kippur (Día del Perdón) conforman los Días Terribles (Yanim Noraim) del calendario pues durante ellos, Dios juzga lo que ha sucedido en el mundo y establece lo que va de suceder en el año que se inicia. Son días en los que no se trabaja. Y son días de cumplir con las tradiciones, hacer balance y análisis, reflexionar y prepararse para el nuevo periodo que comienza.

¿Cómo se celebra Rosh Hashanah?

Por supuesto, acudiendo a la sinagoga. En las plegarias de la mañana en la sinagoga se toca el shófar. El sonido de este cuerno de carnero llama a la meditación. E invita a los creyentes al camino de la justicia.

En la víspera de la celebración se encienden las velas de Iom Tov. Y mientras llega la luz se recitan las bendiciones propias de esta celebración. Antes de volver a encenderlas en la segunda tarde se preparan las frutas nuevas -de temporada- que se van a tomar, y se recita la bendición de Shehejeianu mientras se medita en lo nuevo que llega, simbolizado en esa fruta.

Los comida, especial como en cualquier festividad del mundo entero, es de gran importancia por su simbolismo. Se preparan y comen alimentos que representen los buenos deseos para el año que entra: vino o zumos de uva, pan trenzado de pasas (Jalá) mojado en miel; manzanas también bañadas en miel; granadas y pescado. Durante la segunda noche, y antes de tomar el pan mojado en miel, se comen frutas nuevas: es decir, de la temporada que se inicia. Simbolizan el año nuevo. También es muy habitual preparar tsimmes, un plato dulce a base de zanahorias. Los alimentos son dulces porque se espera así que lo que ha de venir con el año nuevo sea placentero.

Como es lo habitual tanto en la noche del viernes como en otras festividades, se recita el Kiddush ante la copa de vino: el cuarto mandamiento obliga a recordar el Shabat. También se bendice el pan.

Por lo general, durante el primer día de la festividad se lleva a cabo el Tashlich, para despertar la misericordia de Dios. Se reza una plegaria para arrojar o echar fuera los pecados ante un estanque, un manantial o un río (siempre con peces). El agua simboliza la bondad de Dios; los peces, sus ojos abiertos velando por nosotros. La costumbre dice que tras recitar los versículos especiales se sacude la ropa que se lleva puesta. En el caso de los hombres, el Tallit Katan.

Felicitar Rosh Hashanah

El año nuevo se felicita. No como se hace en la tradición cristiana o en la costumbre laica -¡feliz año nuevo!- sino con frases, deseos y bendiciones específicas. La que abarca toda la celebración es  Shanah tovah (שנה טובה), que significa “Buen año” (no confundir con feliz año). Es la que se imprime en la tarjetas -ya sean de papel o virtuales, que las hay-. Pero además se desean unos a otros “Ketivah v’chatima tovah”(כתיבה וחתימה טובה) -más o menos: “buena inscripción y buen registro en el Libro de la Vida”-; o “Leshana tovah tikatev v’tichatem” (לשנה טובה תכתב ותחתם) (a los hombres) o “Leshana tovah tikatevee v’tichatemee” (לשנה טובה תכתבי ותחתמי) (a las mujeres). Cuya traducción similar es: ¡que seáis anotados para un año bueno! Esta segunda es frecuente a la salida de la sinagoga tras el servicio religioso de la tarde.

   

 

 

(Entrada elaborada con información de la web Chabad.org y con testimonios personales. Fotos de la misma web. Tarjeta de felicitación antigua. Tarjeta de felicitación moderna.)