Se sirve la historia
Empieza la semana y hay que echar la vista atrás para ver qué es lo que nuestros seguidores han leído o visto con más ganas. Nos gusta saber qué entradas son las favoritas porque así buscamos después temas o asuntos que, visto el interés, es más probable que os alegre volver a ver.
Como se deriva de nuestro título, esta semana hemos «servido» con un éxito total. Y lo que hemos servido con tanto éxito ha sido ¡¡el protocolo!! Estamos la mar de orgullosos.
La entrada ganadora, un comentario protocolario a una estupenda foto que nos mandó @pcenizo, la vieron solo el día que se publicó, más de 200 seguidores. Los días posteriores ha seguido sumando visitas: tantas, que es la ganadora. La verdad es que era curioso ver a tantos camareros, todos con la misma postura, sirviendo el almuerzo en una mesa cuadrada, tipo cumbre, de considerable tamaño. Enlazamos el texto a otras entradas sobre las diferentes maneras que hay de servir una mesa y sobre la «tristeza» de comer en este tipo de montajes, donde no hay más posibilidades de charla que con el vecino de la izquierda o con el de la derecha. Más allá es un suplicio de estirados de cuello, y chillar al de enfrente…¡como que no!
//protocoloalavista.com/2015/11/18/se-sirve-caballero/
La segunda entrada que más han visto nuestros seguidores era una recomendación: los libros siempre son una buena idea, pero éste, especialmente. No sólo es sobre historia del protocolo, sino que, además, lo han escrito nuestras grandísimas amigas, compañeras y colegas protocoleras, @MaríaPSC (María Gómez Requejo), @MdmsanchezM (Dolores del Mar Sánchez) y Regina María Pérez Marcos. El protocolo como disciplina que es hoy, tiene sus orígenes en las ceremonias solemnes y etiquetas de la corte que durante siglos de historia acompañaron la vida de monarcas. Bebe de esas puestas en escena del poder de los reyes, reglamentadas, protocolizadas de forma que su sola vista fuera tan elocuente, que ni uno de sus súbditos pudiera dudar jamás de la «divinidad» de sus gobernantes. Para los estudiosos del protocolo, para los que trabajan en cualquiera de sus ámbitos, es fundamental conocer su evolución ya que es la mejor manera de poder avanzar en su modernización: sin conocer el pasado, es imposible avanzar hacia el futuro. Al margen de que es una tontería tratar de obviarlo, porque está allí y lo estará siempre, aunque no miremos.
//protocoloalavista.com/2015/11/17/no-hay-protocolo-sin-historia/
Desde aquí, de nuevo nuestra más cordial enhorabuena a las autoras: es una obra imprescindible. ¡Y se lee de corrido!
¡Feliz semana, protocoleros!
Fotos: Kayhan Ozer para @EFEnoticias y archivo propio)