Tiraaaaaaantes…
Los tirantes son una prenda del vestuario masculino que entra y sale de los armarios según la moda. De ser una pieza de absoluta necesidad para no perder los pantalones, a desaparecer, como si de una antigualla se tratara, del panorama de la indumentaria masculina.
Dado que era un “artilugio” interior para lucir mejor el exterior, se utilizaban debajo del chaleco -otra prenda cuyo uso original, dar calor, se ha perdido y ha pasado a ser un complemento estético más- porque era de mal gusto que se vieran.
Pero, son útiles y dan cierto juego: hace que no se pegue tanto la camisa a la cintura con lo que se suda menos y tampoco se arruga en exceso y se pasa menos calor, además de sostener el pantalón en su sitio sobre el zapato. Eso, sin contar las ventajas no tangibles: alargan ópticamente el torso al que los luce y dan seguridad.
De hecho, es una prenda que se asocia mentalmente con poder y seguridad. Entre políticos y periodistas, la lista es muy larga:
Hoy, en pleno resurgir, es un “must” enseñarlos. Además de seguir fabricándose en forma de “X” y, los mas habituales, en “Y”…
…. hoy se hacen de todo tipo de materiales, dibujos y colores, precisamente para que se noten.
En general, se recomienda utilizar los que tienen forma de “X” cuando se viste chaleco. Son lo ideales para la indumentaria de gala: esmóquin, chaqué o frac. Se ajustan perfectamente a su forma y no se ven. Deben ser elásticos y no de cuero.
Los que tienen forma de “Y” son para el día a día: ideales para enseñar, sujetan el pantalón sin apretar y evitan que el cinturón forme bulto debajo de la chaqueta. Si el pantalón tiene pinzas, el tirante se sujeta en mitad de la pinza; y si es un pantalón de sport, no deberían ser de cuero negro.
Se abrochan con “clip” o con botones:
Este es un link a de Bere Casillas, de Elegancia 2.0 (http://www.eleganciadospuntocero.com/) con una buena explicación.