Todos los Difuntos

Todos los Difuntos

El lunes 1 de noviembre celebramos Todos los Santos -los oficiales y los desconocidos-  y es tradición acudir a los cementerios a visitar a fallecidos queridos. Sin embargo, la celebración de Todos los Difuntos – que son lo moradores de los cementerios – es el día 2, ayer martes. No es festivo y por eso posiblemente no nos demos cuenta: recordamos mejor el santoral cuando no es día de trabajo. Algunas iglesias cristianas celebran la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos en memoria de los fallecidos. Según leemos en el calendario litúrgico:

“La santa Madre Iglesia, después de su solicitud para celebrar con las debidas alabanzas la dicha de todos sus hijos bienaventurados en el cielo, se interesa ante el Señor en favor de las almas de cuantos nos precedieron con el signo de la fe y duermen en la esperanza de la resurrección, y por todos los difuntos desde el principio del mundo, cuya fe solo Dios conoce, para que, purificados de toda mancha de pecado y asociados a los ciudadanos celestes, puedan gozar de la visión de la felicidad eterna”.

Es decir, es el día en que se la iglesia recuerda a los que han muerto en este mundo pero que aún no “pueden gozar de la presencia de Dios, pues sus almas están en el purgatorio purificándose por el mal ocasionado por sus pecados”. Las oraciones de los fieles ese día se dedican precisamente a ayudar a que salgan del purgatorio. La fecha la instauró en el calendario un monje benedictino francés de la Abadía de Cluny llamado Odilón en el año 998 y, una vez que Roma adoptó la festividad en el siglo XVI, se difundió por todo el mundo. Se lo oímos contar a Nieves Concostrina en su programa -Acontece que no es poco-, precisamente,  un 2 de noviembre.

Todos los Difuntos en otras iglesias

La iglesia ortodoxa griega celebra el Día de Difuntos bien en la víspera de la Sexagésima, bien en la de Pentecostés. La iglesia armenia celebra su Pascua de los Difuntos al día siguiente de la Pascua de Resurrección mientras que la iglesia serbia lo hace el sábado siguiente a la Concepción de San Juan Bautista, en septiembre. La iglesia anglicana fusionó las dos celebraciones -Todos los Santos y Todos los Difuntos- durante la Reforma mientras que en la iglesia protestante se mantiene la tradición a pesar de que Lutero la aboliese. La iglesia evangélica en Alemania y en Suiza celebra el Domingo de los Difuntos o de la Eternidad el último domingo previo al Adviento.

Tradiciones en Todos los Difuntos

En muchos países esta festividad se celebra de diferentes maneras. Como muchas tradiciones derivadas de celebraciones religiosas cada país le da su propia forma. Si preguntamos por el Día de los Muertos, quien más quien menos, sabe situarlas entre finales de octubre y principios de noviembre. Algunas son similares, otras han derivado en festejos alejados de su origen, pero a nadie le son extrañas.

Si preguntásemos, en general, posiblemente la forma más conocida de celebrar el Día de los Muertos sea la de los mexicanos. No sólo visitan los cementerios como lo hacemos en España, sino que además montan un altar en sus casas en honor de los fallecidos de la familia. En el se ofrendan alimentos, velas, flores y objetos de los difuntos. No son iguales en todas las regiones mexicanas pues en cada una tiene sus características y merecería un post específico porque nos alargaríamos mucho hoy. La parafernalia que ha ido rodeando a esta celebración en la que se mezclan iglesia, costumbres, simbolismos y ritos antiguos la ha convertido en una gran fiesta popular. Pero no son los únicos en celebrarlo. Como a todo no llegamos, nos vamos a centrar en los países latinoamericanos: por cultura son los más cercanos a nuestras propias tradiciones y los que más se nos parecen.

En El Salvador también es tradición visitar los cementerios el 2 de noviembre. Llevan flores, bonitos arreglos especialmente preparados para ello y repintan las cruces de las tumbas, como aquí las limpiamos. Pero además, se acompañan de música: le interpretan al muerto aquellas canciones y aquellas músicas que le gustaban en vida, además de rezar por su alma. Típicas de la fecha son la hojuelas de trigo endulzadas con miel y alrededor de los cementerios se montan puestos donde se venden junto a las frutas de temporada.

       

En Guatemala se visitan los cementerios en familia para llevar flores y decorar las tumbas y después comer todos juntos. Es típico el fiambre: un plato típico mezcla de verduras y embutido que se come frío y no requiere preparaciones de último momento. Como la época es ventosa en algunas zonas del país, allí es costumbre también hacer volar barriletes ( o cometa, papalote, volantín, papagayo, culebrina…)

En Panamá, se organizan romería o procesiones tanto de los alumnos de los colegios como delos mandatarios de instituciones a los cementerios llenos de flores que todos llevan para honrar a sus familiares fallecidos y a los Padres de la Patria. Como dato curioso, está prohibida la venta de alcohol tanto el los restaurante como en los establecimientos de venta de  alimentos y bebidas hasta la medianoche.

En El Ecuadores día feriado y día de visitar los cementerios y de vigilias en los camposantos, de decorar tumbas y de llevar flores y comida favorita a los fallecidos. Es típica la tradición recogida de un rito indígena de regalar e intercambiar las llamadas guaguas del pan. Las guaguas -palabra que significa, niños- son unas piezas de pan ​que sin embargo no tienen ni brazos ni pie. Cuentan las leyendas orales que en tiempos remotos era costumbre de los pueblos sacar a pasear a sus jefes o caciques momificados por sus pueblos cuando moría. Los españoles prohibieron esta práctica cuando conquistaron sus territorios pero la gente, para poder seguir con esta tradición fabricaban estas piezas a las que daban forma de momia y así, sin saltarse la prohibición, continuaron con la costumbre. Las guaguas se doraban al principio con hollín del propio horno de leña donde se cocía el pan,. pero ahora se decoran con colores y pastas dulces. Se acompañan de colada morada: una especie de sopa o mezcla de frutos rojos, piña,  clavo y harina de maíz morado además de otras especias de la zona y que representa la sangre

En Perú la celebración dura los dos primeros días de noviembre y es similar a la ecuatoriana y a la boliviana. Y, por supuesto, depende de los diferentes territorios. En Lima la visita a los cementerios son obligadas y tienen un sabor a romería con música y baile muy similar al de países cercanos. Además, la gastronomía -nexo de unión entre vivos y muertos- también es básica en esta fiesta: no sólo se preparan las comidas y platos favoritos de los fallecidos que se ponen en altares con sus fotos sino que se empieza brindando por su memoria ya en el desayuno del día 1. Es también costumbre hornear guaguas de pan.

En Bolivia, como hemos mencionado, son dos días de celebración que empiezan por preparar -cocinar, asar u hornear- las ofrendas: panes con la forma de animales, de escaleras, de cruces o de los difuntos, que reciben el nombre de Tanta Wawas o masitas de los muertos. Se colocan en mesas preparadas para ello cubiertas con un mantel -blanco si se honra a un niño; oscura o negra, si es un adulto- con otros alimentos favoritos de los difuntos que se honran, frutas, velas y flores y allí se quedan en vigilia esperando la visita del alma del difunto. A mediodía del día 2, se recogen las ofrendas y se reparten entre los familiares para disfrutarlo juntos. Por supuesto, las visitas al cementerio forman también parte de la costumbre, así como la decoración de las tumbas y las flores.

Hemos visto que la tradición de las piezas de pan se extiende por varios países y hemos buscado un video para ilustrarlo. Nos ha gustado éste de Bolivia donde explican que la celebración tiene su origen en la creencia aymara de la vida eterna.

(Fotos: Odile de Cluny; altar en México; Guatemala; Ecuador; Panamá; El Salvador; Perú; Bolivia;