Trump en Israel: Juegos de manos
El lunes llegó Trump a Israel. En el aeropuerto de Tel Aviv le esperaban el presidente de Israel, Reuven Rivlin, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu con sus mujeres. Como cabe esperar, lo primero ha sido saludarse y para eso, ya sabemos todos, que lo mejor es un buen apretón de manos. Fue el primer acto de una representación en la que las manos fueron las protagonistas de la jornada. Todas las miradas estaban puestas en ellas: son las mejores “comunicadoras”. Partamos, pues, a ver qué han contado.
Saludarse al llegar…. ¿Es que esto es una novedad?, os podéis preguntar. No. Es lo que debe ser. Pero, este simple gesto de afecto no ha estado exento de polémica:
“El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha ordenado a los ministros de su Ejecutivo que acudan este lunes 22 de mayo a recibir en el aeropuerto Ben Gurión al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, después de enterarse que muchos de ellos planeaban no asistir a la ceremonia de bienvenida, ha informado este domingo la prensa local.”
Por lo visto, y según informaciones locales, se habían enterado de que no estaba previsto que Trump saludara a “cada uno de ellos con un apretón de manos“. Sólo podrían estrechar la mano de Trump, “el presidente israelí, el primer ministro de Israel, el portavoz del Parlamento israelí y la guardia de honor” (diarios.es). Plantón por un apretón.
Pero no acaba aquí el asunto de las manos… ¡ya fuera porque la polémica se le había quedado en el subconsciente a la Sra. Trump o porque de natural no sea cariñosa, el caso es que cuando enfilaban la alfombra roja hacia la tarima, el presidente quiso tomarle la mano a su mujer y ella se la rechazó de un manotazo! Se ve que tiene cierta tendencia a soltarla …¡ya lo hizo también el Lunes de Pascua en el balcón de la Casa Blanca cuando al presidente se le olvidó poner la mano derecha sobre el corazón al empezar a sonar el himno! (Esta mañana, a su llegada a Roma para visitar al Papa, ha repetido el detalle: en lo alto de la escalerilla, el presidente Trump se ha quedado con la palma en el aire).
Y hay más. Las fotos del recibimiento han mostrado el mal estado de salud de la Sra. Rivlin. En todas ellas se ve que lleva un aparato de oxígeno portátil y eso que los profesionales llaman “gafas” en la nariz . Son las cánulas nasales por las que llega el oxígeno al enfermo de insuficiencia respiratoria crónica u otra enfermedad pulmonar, que necesitan oxigenoterapia constante. Melania, solícita, le tomó la mano a Nejama Rivlin, y unidas así, recorrieron el aeropuerto para subir al helicóptero que les llevaría a Jerusalem.
Pero sin duda, la foto de esta “jornada manual” que mejor señala lo mucho que transmiten las manos es ésta:
Dice el refranero español:
“Manos que dáis ¿qué esperáis?”
Si estas visitas son un gesto de buenas relaciones entre países, no podemos negar que las manos del recibimiento son un libro abierto.
(Fotos: elpaís.com; diario.es; EFE; @InfobaeAmerica)
