
Tu BiShvat: el Día del Árbol en versión judía
El post de este miércoles hemos decidido dedicarlo a algún aspecto relacionado con las confesiones. Hemos subido ya bastantes entradas de ceremonias católicas, ortodoxas o judías ; hay muchas celebraciones, costumbres, vestimentas y tradiciones que podéis consultar en la pestaña Confesiones de nuestra página de inicio. Pero como hace algún tiempo ya de la última publicación dentro de esta categoría -el 7 octubre de 2020 vestimos al Dalai Lama-, hoy hablaremos de una celebración menor, pero no menos curiosa del calendario judío: Tu Bishvat, que este año se ha celebrado el 28 de enero de nuestro calendario.
¿Qué es Tu BiShvat?
En Tu BiShvat, forma coloquial de 15 de Shivat (también Shvat o Shevat(d) es el día 15 del mes del calendario judío que en el nuestro es parte de enero y de febrero) se celebra el año nuevo de los árboles. Aunque a algunas escuelas rabínicas no les parezca bien la simplificación.
Es uno de los cuatro «años nuevos» que se celebran anualmente, tal y como lo proclama la Mishná (primera colección escrita de las tradiciones orales judías, también conocida como Torá oral). Habiendo, como hay, varias escuelas rabínicas de pensamiento, esta fecha no se acepta unánimemente. Lo es para los seguidores de la escuela de Hillel; pero sin embargo es el día 1 de ese mismo mes para los de Shamai (1).
La festividad se apoya en enseñanzas de la Torá. En ella se compara al hombre justo –Tzadik– con un árbol
«…el hombre es como el árbol del campo» (Deuteronomio 20:19) (2)
y en las discusiones recogidas en el Talmud, se declara que el Tzadik vive para la eternidad. De ahí se deduce, que dado que de esta manera «… su semilla está viva, así también él está vivo». Entendiendo por semilla hijos o descendencia, alumnos o discípulos, se concluye que debemos cuidar estas semillas y nutrirlas y asegurarnos que crecen fuertes. Por comparación «cuidar árbol» y «educar hijos» son similares y el esfuerzo merece recordarse y celebrarse.
Por otro lado, plantas y recoger los frutos que da la tierra, significa obtener un beneficio. Podemos guardar lo recogido y ofrecerlo, entregarlo, a quien lo necesita. Por ello, esta festividad recoge las enseñanzas de otro versículo del Deuteronomio:
Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren.
(Deuteronomio 14:28-29)
Dar lo que tus manos producen es parte de la celebración.
Manuscrito de la Mishná
¿Cómo se celebra Tu BiShvat?
Se han quedado atrás los días más fríos del invierno, va saliendo algo más el sol, que ya da calor, y en los árboles se empiezan a ver las yemas en sus ramas. Van a empezar a brotar: es tiempo de plantar nuevos árboles. Bien es cierto, que cuesta imaginarlo en un país nórdico, por ejemplo. Pero no en la cuenca mediterránea, no en los campos que vieron nacer el judaísmo. Por tanto, es también una fiesta para celebrar la naturaleza, relacionada con la tierra y con todo lo que da la tierra. En las enseñanzas de la Torá está el respeto por ella: no deben destruirse ni árboles ni bosques, incluso en tiempos de guerra.
Las primeras noticias de la celebración de este día son unos pocos poemas litúrgicos antiguos que se encontraron en la Geniza del Cairo (3) compuestos precisamente por Hillel, para incorporarlos al servicio religioso de ese día. Posteriormente se tiene conocimiento de que se quiso establecer el ayuno como parte de la celebración, pero el rabino Gershom (960-1040 dC) se opuso y así lo hizo saber a la comunidad. Si en los otros cuatro «años nuevos» de su calendario no se ayunaba, tampoco tenía sentido hacerlo el 15 Shivat. Tampoco se recitan oraciones de penitencia.
Si no se ayuna y no se reza, ¿cómo se celebra? La costumbre –Minhag– es comer fruta y dado el origen de la celebración, las siete especies propias de Israel :
“…una tierra de trigo, cebada, viñas, higueras y granada, una tierra de olivos y miel [de dátiles]” (Deuteronomio 8:8).
…beber vino -blanco y tinto-, leer versículos y pasajes que hablen del día, y desde finales del siglo XIX, plantar árboles.
Aunque el origen exacto de esta costumbre no está claro, sí lo es que la mencionó el rabino Mordecai (siglo XVI) y la popularizaron los cabalistas (4). El Arizal, cabalista del siglo XVI, enseñó que es posible acercarnos a la perfección espiritual comiendo 10 frutos específicos y bebiendo cuatro copas de vino en un orden determinado.
La fruta se bendice:
Bendito eres Tú, Hashem nuestro Dios, Rey del universo, que crea el fruto del árbol.
Y si fuera la primera vez que se toma ese año, antes, se añade la bendición Shehejeianu, como es frecuente hacerlo siempre que se hace hace algo por primera vez, dado que expresa gratitud a Dios por experiencias o por posesiones nuevas y poco frecuentes:
Bendito eres Tú, Hashem nuestro Di-s, Rey del universo, que nos ha concedido la vida, nos ha mantenido y nos ha permitido llegar a esta ocasión.
Actualmente, en Israel, la fiesta se acerca más a una jornada de concienciación sobre el medio ambiente: las familias se juntan en parques y jardines para plantar árboles. Por ello se extiende cada vez más conocer la festividad simplemente como “Día del Árbol” y menos como la celebración religiosa sobre la que se apoya.
(1) Shamai , pensador y erudito judío del siglo que vivió a caballo entre el siglo I (a.C) y el siglo I. (d.C) muy relacionado con la Mishná; Hillel o Hilel, representa el pensamiento opuesto. Era mayor que Shamai, y por ello se le conoce también como Hillel el Sabio, el Viejo, o el Anciano. Sistematizó la interpretación de la Torá escrita. Su interpretación de las escrituras es más liberal que la rígida de la escuela de Shamai.
(2) dadas las diferentes traducciones de los textos originales, para esta cita casi es mejor consultarlas todas. Las podéis encontrar en este enlace.
(3) Archivo que conserva unos 200.000 manuscritos judíos fechados entre los años 870 y 1880, escritos en papel, tela, papiros y vitela, tanto en árabe, como en judeo-árabe y hebreo sobre todo tipo de asuntos: comercio, textos legales, vida cotidiana, traducciones …).
(4) escuela de pensamiento esotérico relacionada con esenios y jasídicos que busca y analiza aspectos recónditos de la Torá utilizando diferentes métodos.
(Fotos: manuscrito de la Mishná; plato de fruta; niños plantando árboles;