Vestidos para la entronización
Desde que el emperador Akihito abdicara en su hijo Naruhito, hemos estado pendientes del conjunto de ceremonias que componen la entronización de un nuevo Tenno y el inicio de una nueva era. Las primeras solemnidades empezaron en mayo y esta semana pasada se han rematado de forma espectacular. Por la mañana celebraron el rito en los Santuarios de los Tres Palacios situados dentro del palacio Imperial. Concretamente en el Kashiko-dokoro o Santuario de la Reverencia, donde también se celebraron los ritos de matrimonio cuando se casó la pareja, entonces heredera al trono. Y que es el templo de la diosa Amaterasu, origen ancestral de la dinastía imperial.
Después, cumplieron con el juramento como símbolo del país -que como tal le otorga su Constitución al emperador- y de entronización –Sokuirei seiden no gi – en el Salón de los Pinos –Matsu-no-ma– y ante los miles de invitados. Las fotos del impresionante trono imperial –Takamikura– han dado la vuelta al mundo. Impresionante trono para la impresionante aparición de los emperadores en sus trajes ceremoniales. Y en ellos nos hemos fijado. Sobre la ceremonia o los asistentes a ella hay muchos artículos, reportajes y fotos que dan muy buena cuenta de la fastuosidad del acto. No vamos a añadir nada más. Pero en las piezas que componen esos dos trajes imperiales…¡en esos vamos a bucear!
Un emperador vestido para la entronización
El conjunto de piezas que componen el atuendo del emperador recibe el nombre de sokutai. Y tiene prácticamente la misma forma y piezas desde el siglo XII. La prenda visible – ho– es una especie de túnica corta -por debajo de la rodilla- atada a la cintura. Es de color marrón rojizo -el del sol en su cénit- en una tonalidad especial que se consigue tiñendo la tela con las bayas o frutos del Árbol de la Cera (Toxicodendron succedaneum).
Aunque la tela parece lisa, está bordada con motivos florales y de pájaros. Bajo esta primera prenda, el emperador lleva tres kimonos. De ellos, el primero y más importante es el shitagasane. Se reconoce porque tiene una pieza central larga -de 4 metros de longitud- a modo de cola.
Es de tela de damasco de color blanco. Lo mismo que los muy amplios pantalones que van debajo -ue-no-hakama- que son otra pieza fundamental del atuendo.
En la cabeza luce el tocado o kanmuri, que es un bonete de seda negra, reforzada con laca y rematado con un penacho recto o cresta, todo ello decorado con el crisantemo imperial.
Se completa con una tableta de marfil –shaku– de origen chino*- como símbolo de poder. Mide unos 35 cm de largo. Aunque es parte de otros atuendos ceremoniales, el del emperador es prácticamente cuadrado en sus dos extremos siendo el inferior más estrecho y por donde lo sujeta en su mano derecha. Calza unos zuecos altos y voluminosos o sōkai.
Una emperatriz vestida para acompañar al emperador en su entronización
El conjunto de la vestimenta de la emperatriz para la entronización se llama jūni-hitoe. También lo lucieron otras mujeres de la Corte presentes en la ceremonia, aunque de color diferente. Es kimono que utilizaban las damas de la corte en Japón. Su traducción literal es “traje de doce capas”.
Como en el caso de los hombres también se compone varias prendas. La primera -la más externa- es una chaqueta a la cintura, de mangas muy amplias – karaginu– de tela de brocado -del color que la emperatriz decida-. En la cintura, y por detrás a la altura del borde de esta chaqueta, se ajusta una especie de delantal con cola –mo– de seda de color blanco, con dibujo. El primer kimono –uwagi– es muy grande: por debajo lleva la emperatriz tantas capas de ropa que esta primera tiene que ser amplia. Es larga y le cubre los pies. También está confeccionada en tela de brocado de los colores más del gusto de quien debe lucirlo.
Bajo el uwagi, el uchiginu, de seda color escarlata, servirá de apoyo a las túnicas exteriores. Sobre este manto está otra prenda -el itsutsu-ginu– de varias bandas de seda de colores diferentes (generalmente cinco), sujetas tanto a los extremos de las mangas, como al escote, o a los dobladillos dando la apariencia de ser varias prendas vestidas unas sobre las otras.
Debajo del itsutsu-ginu se visten dos piezas más: el hitoe, túnica sin forro de color blanca, roja o azul celeste, y el kosode, que es el más pegado al cuerpo y que es una prenda corta -roja o blanca- hasta media pierna.
Completa el atuendo una especie de camisa abierta por los laterales: naga-bakama. Está confeccionada en una tela tiesa de color rojo y se sujeta bajo el pecho. Cubre hasta los pies por delante y sobresale por detrás en forma de cola. La ropa interior es bien de algodón, bien de seda.
Como accesorios, la emperatriz lleva en la mano un abanico: el hiōgi. El peinado -de corte de la Era Heian- se conoce como osuberakashi. Además de la complicada disposición del cabello, se adorna con una peineta lacada en oro sobre la que se monta una flor de crisantemo también lacada en oro.
Para la ceremonia en los Santuarios de los Tres Palacios -que no es pública- vistieron una versión en blanco tanto del sokutai del Emperador, como del jūni-hitoe de la emperatriz:
Si os interesa la ropa ceremonial de las mujeres nobles de la era Heian, de la que provienen estos dos trajes, os recomendamos este artículo: es muy interesante. Nos ha gustado mucho.
- al shaku original se le añadía por su parte de atrás, una tira de papel con las instrucciones y datos de la ceremonia que se iba a celebrar. Así se podía seguir sin problemas.
(Fotos: portada; santuario; trono imperial; árbol de la cera; shitagasane de Akihito; Hirohito; Akihito, Naruhito; dibujo y nombres de las piezas del sokutai; Masako; Masako de lado; dibujo y nombres de las piezas de juni-hitoe; Nagako, Michiko, Masako;
zuecos llamados “sōkai”.