Arabia Saudita: otras formas sociales

Arabia Saudita: otras formas sociales

En las noticias de estos días se está hablando mucho del Rey don Juan Carlos y Arabia Saudí. No nos vamos a meter donde nadie nos llama: aquí sólo se habla de protocolo. Pero, nos hemos fijado, que en varios medios de comunicación, la imagen que utilizan para ilustrar la información es un a imagen de los dos reyes -Salman bin Abdulaziz al Saud y Juan Carlos I- cogidos de la mano:

y se nos hace raro. Aquí y en otros muchos aquís, los hombres no lo harían. Esta es por tanto una cuestión de otras culturas, otra educación social, otras costumbres, otros usos sociales…  Así que hemos pensado en dedicarle el post de este miércoles a aquellos aspectos de convivencia que son tan particulares en aquel país.

En el Reino de Arabia Saudita, que es una monarquía absoluta de religión musulmana, las reglas se cumplen por mandato divino y real. La vida está muy condicionada a la religión: de hecho, las tiendas cierran seis veces al día para orar.

Y es importante concienciarse de que son básicas en su cultura. Si bien se acepta que los extranjeros tienen sus normas y con ellos se flexibiliza algo la formalidad, hay que ser muy cauto para no ofenderles.

Saludarse y presentarse en Arabia Saudita

Darse un apretón de manos, como extranjero, es lo normal. Claro, que en tiempos de pandemia, no sería posible. Si, como visitantes, vamos a tener una reunión con varias personas y vamos a esperar juntos a ser recibidos -lo habitual es esperar en un majlis diwan , que es una especie de audiencia-antes de pasar, saludaremos a todos los presentes, estrechándoles la mano. Sólo en el caso de que mantengamos una relación muy estrecha, muy especial, muy cercana veremos que los saudíes pasan un brazo por los hombros y dan dos besos en las mejillas a la persona que saludan.

Si vamos a mantener una reunión de trabajo, nos dirigiremos a las personas utilizando el título seguido del primer nombre: Mister Mohammed; Sheik (o Jeque) Rashid o Prince (Príncipe) Abdullah. Un jeque es un “conocedor del Corán” y es un título para personas de alto rango que no pertenecen a la familia real. Para ellos se debe utilizar Your Highness (Su Alteza). Los ministros del gobierno tienen título de Excelencia (Excellency).

Más o menos todos conocemos el saludo tradicional de “la paz sea contigo” o Assalam Gualaikum al que se responde Gualaikum Assalam (“y contigo la paz”). Y que podíamos completar con un ¿cómo está usted?, que se dice Kaif halak pero esto no va de aprender idiomas.

Modales en la mesa en Arabia Saudí

Seguramente lo primero que a muchos les viene a la cabeza es que se come utilizando las manos y no los cubiertos. Si y no. Es verdad que lo habitual es que en el centro de la mesa se sitúen los platos de comida y los comensales utilicen su mano para tomarla de estos platos, pero los cubiertos -especialmente en restaurantes- no son elementos extraños. Hay muchas comidas o cenas de empresa con visitantes en viaje de negocios y  los negocios son importantes en el país. Lo fundamental –regla a no olvidar jamás– es no utilizar la mano izquierda para comer -ni para tocar las personas, ni para señalar-: es “la mano sucia“, es decir, la que utiliza en el cuarto de baño. (¡Es recomendable, si se es zurdo, pedir disculpas por ello).

Les gusta, además, que se les pregunte por sus platos y por la complejidad de su elaboración. Y es de buena educación probar de todo e incluso, dejar algo en el plato. Un seguidor nos comenta que en los restaurantes lo toman como signo de riqueza, pero también que indica que nos ha gustado tanto, que dejamos algo para que otro pueda probarlo.

Si nos invitan a una casa particular, no debemos olvidar que es mejor llevar algún detalle para los niños, si los hubiera, que cualquier regalo para la dueña de la casa, bebida o algo de comida. Puede interpretarse que no esperamos comer bien y esa es una ofensa grave.

Si nuestra estancia coincide con el Ramadán, mejor no comer, beber o fumar delante de ellos. ¡Van a pasar un mes de ayuna y está feo! (Y ya puestos, no nos olvidemos, que el mes acaba con la fiesta de Idal-Fitr que es no laboral y dura tres días). ¡Ah! Y no nos extrañemos de que nos sirvan té -o café, en algunas ocasiones- durante las reuniones o mientras se espera a entrar en una!

Cuatro datos a tener en cuenta cuando se quieren hacer negocios en Arabia Saudita

Como hemos mencionado, Arabia Saudita es una monarquía. Y los considerados familia real pasan de 20.000 personas. Por ello es interesante que, dada su influencia en la actividad económica y empresarial, nos busquemos algún contacto en su entorno. No hay gran proyecto que salga adelante sin este requisito.

Teniendo claro que somos tan distintos, nos facilitará mucho el trabajo saber que hay detalles que van a marcar nuestra relación. Su riqueza debida al petróleo puede hacer que nos parezcan arrogantes o soberbios. Nos lo harán notar siempre que puedan: a nosotros nos exigirán ser puntuales pero ellos no lo serán, modificarán horarios y citas o nos cancelarán una reunión sin avisar. Es una forma más de demostrar ese poder económico que tienen.

Negocian tomándose su tiempo, con silencios prolongados, poniendo a prueba nuestra paciencia. Hablan en voz baja, pues la distancia entre unos y otros es menor que a la que estamos acostumbrados los occidentales. Puede ser complicado oírles bien. Pero, si nuestro interlocutor se mantiene en silencio un rato largo y mira como al vacío, es que ha dado por terminado el asunto y es momento de irse. A la vez, pueden parecer exagerados y sus gestos y comentarios parecernos teatrales o de enfado. Pero es normal: son serios y los asuntos económicos son siempre de capital importancia, lo que exige cierta gravedad.

Aunque preguntar por la forma de vestir no es recomendable, conviene saber que como extranjeros nos van a ver con buenos ojos si tiramos hacia lo clásico y formal: los hombres con chaqueta y corbata y las mujeres con los brazos y las piernas cubiertas, sin mostrar las rodillas y con pocas joyas y maquillaje. Pocas mujeres saudíes trabajan o dirigen empresas. Si en alguna reunión participase alguna, hay que esperar a que nos la presenten para poder saludar. Y con algún gesto cortés: ¡muy pandémico!

Y hay que recordar que su semana laboral empieza el sábado y termina el miércoles.  El viernes es festivo y, consecuentemente, el jueves las tiendas sólo abren por la mañana.

Conviene no olvidar cuando se visita Arabia Saudita…

…que las leyes islámicas se aplican también a los visitantes extranjeros y que las penas no son livianas;
…que el papel de la mujer es bastante poco lucido: no se debe ni mirarle a los ojos;
…que si se coincide en el ascensor, hay que dejar que suban solas;
…que en los restaurantes las mujeres entran por puertas diferentes de las de los hombres;
…que hay policía religiosa (Mutawah) para que se cumpla la Sharia;
…que está prohibido exhibir símbolos religiosos que no sean musulmanes;
…que deben evitarse comentarios sobre religión, conflictos con países vecinos o sobre el papel de la mujer;
…que no se debe mostrar la suela del zapato a otra persona: es un signo de mala suerte y, por tanto, una ofensa

…¡que hay más, pero que no vamos a extendernos! En cualquier caso, con culturas tan diferentes, conviene informarse adecuadamente antes de viajar y, sobre todo, no olvidar nunca que es eso: una cultura diferente.

Shukran

 

 

 

(Fotos: Reyes Juan Carlos I y Salman; Barack Obama, saluda al rey Salman bin Abdulaziz Al Saud; reunión con Putín; comida en el suelo;  Donald Trump con Salman bin Abdulaziz al-Saudgrupo de mujeres en el aeropuerto;