Cuchillo y tenedor: armas arrojadizas
Aprender a manejar el cuchillo y el tenedor es parte de la educación que se debería dar en casa. Manejar los cubiertos nos distingue de otros seres -digamos, animales- porque ellos se sirven de las manos para comer. Saber cortar y pinchar con los instrumentos adecuados nos diferencia porque requiere un aprendizaje y una habilidad digna de un ser humano. ¡De hecho, utilizar el tenedor es relativamente reciente. Dicen las crónicas que los introdujo Catalina de Médici al casarse con el rey Enrique II de Francia en el siglo XVI.
Si. Ya sabemos que en otras culturas, comer con las manos es lo habitual. Ahí están la India, Malasia, Marruecos, Tailandia o Etiopía, que son los más conocidos. Y cierto es también que los tacos mexicanos y las hamburguesas y los perritos calientes estadounidenses no nacieron para sentarse a la mesa. La comida rápida no requiere instrumental.
Aun así, utilizar la expresión “no sabe ni comer con cuchillo y tenedor” es una de las favoritas para indicar que la persona en cuestión no tiene educación. Está “asilvestrada” por decirlo de otra manera o no sabe comportarse en sociedad. ¿No lo habéis oído nunca? Pues sin ir muy lejos… De entre las muchas hazañas, hechos y citas que se han recordado estos días del recientemente fallecido canciller Helmut Kohl en Alemania hay una dedicada a la canciller Merkel que, literalmente dice:
“Frau Merkel konnte ja nicht richtig mit Messer und Gabel essen.” (“La Sra. Merkel ni siquiera sabía comer adecuadamente con cuchillo y tenedor” )
Está recogida en unas memorias* no autorizadas del canciller publicadas por el periodista Heribert Schwan en las que recoge miles de citas recogidas con un magnetófono. Y queda más que claro que no eran un piropo para la Sra. Merkel, sino, más bien todo lo contrario: quería dejar claro que la mujer no tenía ni educación.
Dado que es más que habitual que al hablar de educación en la mesa alguno lo ligue a protocolo, desde aquí queremos recordar que, aun siendo la educación social una parte de la disciplina de protocolo, no saber utilizar los cubiertos, no es cosa de fallo de protocolo. Que si se quiere decir que una persona tiene pocas habilidades sociales, o es una mal educada, no hace falta que saquen a pasear al protocolo. Y que ,aunque cuchillo y tenedor puedan ser armas, el protocolo es una herramienta de paz . No un arma arrojadiza.
*Die Kohl-Protokolle –“El legado: el protocolo de Kohl”– (Ed. Heyne Verlag, 2014)
(Fotos: tenedores, portada del libro)