Cuestión de foco
Cuando podemos preparar una foto -del acto que sea- para los medios de comunicación debemos tratar de buscar el encuadre que más nos beneficie. Ya sea a la empresa, ya, a la persona. Hemos comentado muchas veces en este blog que cuidar los pequeños detalles ayuda mucho.
Deberían cuidarse los fondos o traseras para que no se “coman” a las personas objeto de la foto; deben cuidarse las mesas para que no se llenen de cachivaches innecesarios que distraigan la atención de quien las ve; deben limpiarse los escenarios de muebles y objetos que no permitan una buena visión de los movimientos que requiere el acto… ¡hay tantos que enumerarlos es inútil! Lo importante es tenerlo claro y tratar, siempre dentro de lo posible, de buscar una “buena imagen” propia y no dársela a otros interesados.
Es verdad, que muchas veces, los gráficos van a buscar la foto -a ordeno y mando de su redactor jefe- y para la batalla del día a día no se van a poner exquisitos, pero el cuidado en la edición, siendo éste un asunto absolutamente de la competencia del profesional de la cámara, puede muchas veces mejorar una mala toma.
Por ejemplo: ¿qué le costaba al fotógrafo cortar la lata de Coca Cola -por mucho que la haya girado, a nadie se le escapa qué refresco es- y el vaso -cadáver de vaso, porque se nota ya usado- de esta foto? Si quiso hacer una toma artística tipo “refresco y política”, “Coca Cola está con los grandes” o “refrescando la tensión”, pues vale… ¡no parece el momento ideal para ponerse fino, pero “aceptamos pulpo como animal de compañía”! Ahora, para ilustrar la noticia de la reunión, sobra… ¡¡casi no es ni necesario sacar al perejil en primer plano!!