De exposición
De presidencias cercanas ya hemos hablado un par de veces: esa tan clasicota de mesa alargada y todos sentados muy tiesitos mirando al público ya no se estila. Y no por capricho: las mesas son barreras. Bien es cierto que a veces y, como pasa con los atriles, sirven para que el conferenciante o los que a ella se sientan, perciban cierta protección. Muchos lo necesitan.
Pero por la misma razón de ser, alejan, marcan límites, separan. La tendencia es la cercanía: los que hablan con los que escuchan. Para crear atmósferas relajadas, para fomentar la participación, para agilizar … Son muchas las ventajas.
Lo que no hemos comentado, sin embargo, es de la forma de identificar a las personas que en vez de sentarse en las clásicas presidencias académicas, lo hacen en ese modelo de escenario más cercano a una primera fila, una barra de bar, una tertulia o -lo ideal- un grupo de amiguetes sentados en el salón de una casa.
Las soluciones no son sencillas. ¿Alguien tiene una buena idea? Hemos visto alguna por ahí que no nos han gustado mucho….. los participantes parecen antigüedades expuestas en una vitrina de museo…¡con su cartela y todo!
(Semana Mundial del Agua, (World Water Week), Estocolmo agosto, 2011)