No hay acto pequeño…
…hay acto. Y sea el que sea, largo o corto, complejo o sencillo, de mucho o de poco público, de hablar o de comer…habrá que prepararlo con todo el cuidado y el detalle que merece. La rutina es buena para muchas cosas, la estandarización ayuda a que no nos dejemos cabos sueltos y se nos quede algún fleco rebelde por ahí, pero cuidar de que cada acto lo tratemos como un reto, es fundamental para que salga bien. ¡Tenerle cierto respetillo a todos y cada uno de ellos nos ayuda a no bajar la guardia!
Hoy va a servir de ejemplo la presentación en un pasillo del Congreso de una urna en la que una rejilla dañada por una bala del 23F. Prensa, producción, protocolo y seguridad. ¡Nada al azar! Aquí van las fotos y la nota de protocolo.