Cómo Saber Estar: una charla en El Cómo

Cómo Saber Estar: una charla en El Cómo

¡Nos ha quedado casi capicúa! Y suena un poco a trabalenguas, pero es así. En Madrid hay un lugar donde aprender, un proyecto en el que compartir experiencias que se llama El Cómo saber Como. Y donde “no importa el qué sino el CÓMO”: el cómo se hace “a través de charlas, debates, reuniones, juegos, encuentros, cine, espectáculos, conferencias, exposiciones…”.
El lunes pasado, como es posible que hayáis visto en nuestras redes, María de la Serna (@maritaserna) compartió allí una charla sobre “Cómo saber estar”.

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Este es un pequeño resumen.

Saber estar es, ante todo, una actitud

¿Se puede aprender a “saber estar”?

Se pueden aprender reglas, normativas, educación social, urbanidad, buenos modales, buenas formas… Pero saber estar es, por encima de todo, una actitud. Lo que implica aceptar una manera de convivir. Es la suma de muchas habilidades sociales y el deseo de utilizar esta mezcla para hacer la vida más fácil a los que nos rodean y con los que nos relacionamos. Pero partiendo siempre del convencimiento de que la convivencia es cosa de dos: no sirve de nada si es impostura, si tenemos que pensar todo el rato en qué regla aplicar en cada momento. Hablamos de un estado mental: quiero vivir con los demás y me aplico en ello. Por convencimiento.

Respetemos nuestros espacios

Convivimos con muchas personas de muy diferentes maneras de ser y de pensar: lo hacemos especialmente en nuestros trabajos. Conocer el ambiente en que nos movemos, conocer la empresa, sus objetivos y valores; conocer a nuestros compañeros de trabajo es el primer paso: nosotros seremos quienes marquemos los espacios: el del día a día común; el suyo en el espacio físico que compartimos y el nuestro, privado que no queremos compartir. Y respetaremos los suyos. Utilizaremos esa mezcla de habilidades sociales para valorar el mejor camino a seguir. Con honestidad.

Creemos un código de convivencia

Esta mezcla de habilidades, ¿podrían ser un código de convivencia? Lo son. Si uno está convencido de que quiere convivir en paz, desarrollará ese conocimiento primario practicando todos los días. Pero no sólo para que haya “paz” entre personas, sino también para que la relación sea fructífera, agradable, serena, positiva. ¿Habrá que tragarse algún sapo? Saber estar obliga: también tenemos educación.

Protocolo no es educación

No tenemos protocolo, que es un término más técnico hoy, tenemos usos y habilidades sociales. Y algunas costumbres que no se ha demostrado que sean perjudiciales para la salud, y sí muy útiles para la convivencia. Al menos deberíamos tener unos mínimos a partir de los que desarrollar nuevas capacidades que nos den ese “saber estar” que no nos cueste o no nos duela. Es un valor añadido a las personas.

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Aunque sea una actitud, ¿hay alguna ayudita que nos guíe? Si: hay ciertas conductas mínimas que son de obligado cumplimiento. Si tenemos claro que queremos aceptar el reto de cómo saber estar, tenemos que tener claro que algo tendremos que hacer para conseguirlo.  ¡No hay ciencia infusa! Siempre se pone algo de nuestra parte. Es muy probable que no nos suene ni siquiera raro lo que se propone. La diferencia está, en que nos tiene que sonar: lo tenemos que poner en marcha. Todo junto y a la vez.

Y ese mínimo son “Los 10 must“:  con ellos hay que empezar a practicar. Luego todo es cuestión de ir “metabolizándolos”.

  1. Saludar siempre: al llegar al trabajo, al marcharse, al portero, al de la tienda, al entrar en un local con gente
  2. Sonreír:
  3. No adoptar siempre una actitud de defensa
  4. Escuchar y no interrumpir
  5. Contestar con argumentos –olvidarse del porquelodigoyo
  6. Adecuar nuestra forma de vestir al sitio al que vamos
  7. Gesticular con mesura
  8. Olvidar el móvil en las comidas
  9. Tratar a los demás como nos gustaría que nos tratasen
  10. No empujar, apabullar, arrastrar o reírse de otras personas, otras ideas y otras diferencias

 

En este enlace tenéis el resumen que se ha publicado en la web de El Cómo: entre lo uno y lo otro…¡material para ponerse en marcha ya hay de sobra! ¡A ver cómo se  os da!

 

“El gran secreto, Elisa, no consiste en tener buenos o malos modales o cualquier clase particular de modales, sino de tratar del mismo modo a todas las almas hermana; en una palabra: hay que portarse como si uno estuviese en el cielo, donde no hay vagones de tercera ni reservados, y en donde un alma es tanto como la otra”.

Pigmalión
George Bernard Shaw

 

 

(Fotos: El Cómo y propias)