¡Todos a una…!
No es mi intención ser pesada, pero hay veces que alguno de esos asuntos ya trillados te dan alguna que otra sorpresa, que creo debo compartir con los que me seguís. Es el caso de las fotos de familia: ¡si, ya lo hemos visto! Ya sabemos que hay que tratar de cubrir flancos; que hay que pensarla y ensayarla; que hay que “verla” antes; que hay que explicarla…
Ayer se reunió el G8 en Irlanda del Norte. Evidentemente, foto iba a haber. ¿La de siempre? ¿Como siempre? Pues no. Me ha gustado mucho la forma de abordarla esta vez. Nada de ir acompañando al jefe de estado correspondiente hasta el escenario, indicarle que tenga cuidado con el escalón de la tarima, señalarle el puesto y el cartelito con su nombre. Retirarse luego y ponerse más o menos frente al “señorito” por si acaso hay que hacerle señas.
El escenario escogido fue la propia naturaleza; la tarima, rectangular y sencilla en mitad de un cruce de caminos entre el césped, el lago y las lomas. Sin nada que distrajera la atención. Con los ojos puestos en ese rectángulo azul -en el que se adivinaban, eso si, los carteles nominales en el suelo- sin nada más alrededor. Y entonces aparecieron ellos, andando juntos, como jugando a “tapar la calle” y todos a una, se subieron a la tarima y posaron para los medios.
Simple, sencillo, eficaz, claro.
Este es el enlace del telediario de anoche. Son unos segundos de auténtico ceremonial y perfecta puesta en escena.
Hecha la foto, el grupo se vuelve al trabajo igual que llegó: simplemente genial!