¡Y nos quejamos del RD…!

No hay corrillo de técnicos de protocolo en el que no se comente “la necesidad de poner la día nuestro amado RD”. A la gran mayoría se le queda corto el Real Decreto 2099/1983, de 4 de agosto por el que se aprueba el ordenamiento general de precedencias en el estado: cuando no falta una autoridad que sí tenemos en carne y hueso ante nuestros ojos, te sobra un puñadito de ellas para las que, sin embargo, si hay lugar holgadillo en alguno de sus artículos.

guía

¡Nos quejamos de vicio! en esta “Guía Protocolaria”, editada en Valencia en 1959, y que hemos encontrado en una librería de libros viejos, el prólogo advierte que “como es bien sabido, son escasísimos los elementos de juicio de que se dispone para orientarse, aclarar dudas o solucionar los posibles problemas que, siendo tan enojosos, suelen surgir en el desarrollo de la VIDA OFICIAL PROTOCOLARIA”.

Y, amablemente nos explican que la “función de esta “GUIA PROTOCOLARIA” es la de facilitar, tanto a los Centros Oficiales, Entidades y Particulares, como asimismo a todas aquellas personas relacionadas con la VIDA OFICIAL, un medio eficaz y práctico de consulta y orientación en materia de actos CEREMONIALES y PROTOCOLARIOS”.

Teniendo en cuenta que la guía mide 15 x 20 cm y no más de 2 cm de grosor, y en ella se explica desde el uso de la tarjeta de visita:

tarjetas

a la botadura de un barco, pasando por explicar quienes son las Primeras Autoridades, las “normas para determinar el sitio o lugar que corresponde a cada autoridad en diferentes circunstancias”; los tratamiento en el orden religioso, judicial, militar o civil; las diferentes condecoraciones y órdenes -no falta ni la Orden Imperial de Flechas Rojas-; los esmaltes heráldicos; Órdenes Militares o Reales Maestranzas…

…¡lo del RD es un enoooorme lujo!!

(Guía Protocolaria, editorial Guerri, SA; 1959)