Es de cortesía y de ser buen anfitrión ofrecer a nuestros invitados algo de beber. Casi es automático: cuando alguien viene de visita o cuando se prepara una reunión, es difícil que nos olvidemos del agua -discusión de si botellita o jarra, aparte-, del café o de algún zumo dependiendo de la hora.
Si esto es casi una obviedad, también debería serlo, que las fotos que demande la visita, la reunión o lo que sea que se haya organizado, se hacen antes de cerrar la puerta y eso significa también, antes de que empiece el «cacharreo», el preguntar si «sólo o con leche», el «pásame el azúcar» o el tintineo de cucharitas.
Todo aquello que «distraiga» del objetivo de la foto distorsiona su sentido y puede, incluso, provocar comentarios ajenos al fin buscado. Sirva de ejemplo esta sinfonía de jarras, con acompañamiento de botellas y tazas: ¿tanto café beben?, ¡seguro que sed no pasan!, ¡se les va a enfriar la leche!, ¡tocan a botella y media por cabeza!, etc., etc.,…

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3 Comments
Es que quieren ser tan naturales, tan «gente» como es la nueva política, que nos tienen que demostrar que son humanos pero toman cosas sencillas, ya se ve, un poco de agua, un poco de café. Como la gente. Por otro lado ¿alguien llega a tomarse esas cosas? Yo creo que los termos en realidad están vacíos.
…pero se cuelan!! Ni lo son, ni lo parecen!!
Gracias por escribirnos!!
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