Carteles, cartelitos, cartelones

Cuando organizamos un acto sentado en salas, locales amplios, auditorios o incluso iglesias, debemos pensar en si conviene o no protocolizar el espacio y asignar asientos a todos o a algunos invitados. ¿Hay norma o reglamento? No, pero, por supuesto hay experiencia, técnica o consejo. Así pues:

¿Cuándo se debe protocolizar?

Siempre y cuando no se trate de invitados que van a ocupar asiento en la presidencia, no estén en zonas especiales para invitados de honor, dependeremos de los deseos de los anfitriones. Pero, básicamente se asignan asientos cuando:
– al acto acuden autoridades o invitados muy especiales
– sean actos solemnes
– sean actos en los que haya medios de comunicación
– sean actos en los que además de invitados, haya acceso a público general

Si no fuera el caso, es mejor no protocolizar, al menos en su totalidad. Se pueden reservar algunas filas de asientos, pero procurando que luego éstos no queden vacíos, como ya vimos en la entrada «Cuando los invitados te abandonan«:¡es muy feo y da mala imagen!

Para reservar asientos o filas, lo adecuado son los carteles. ¿De qué tipo? Hay para todos los gustos, ¡pasen y vean!

  

¡Es sólo una cuestión de gustos. De lo que se trata es, de que el invitado encuentre donde está su asiento!

Mi silla cual es?